André Carrillo: Soy uno más que colabora con el equipo

Hace cuatro años, André Carrillo no respondía al apelativo de “Culebra” y en casa todos lo llamaban “Añé”. Tampoco manejaba un BMW y bajo el puente Atocongo esperaba paciente al “Maleño” para ir a entrenar al club Esther Grande. Con tan solo 15 años tenía de ídolo a Jefferson Farfán y soñaba con tardes gloriosas en Matute.

Pese a que no juega en la misma posición que el artillero del Schalke 04, Carrillo en Alianza ha sumado el gol a su notable técnica, logrando ser titular indiscutible dentro del esquema de Gustavo Costas.

Pero también se ha planteado nuevos propósitos, objetivos a puro punche, quizás el más deseado sea integrar la selección que participará en la Copa América y, posteriormente, en las Eliminatorias.

André dibuja sueños al costadito de Paolo Guerrero, tirando paredes y forzando tacos; celebrando con Claudio Pizarro. “Voy a trabajar para que tal objetivo sea realidad”, dijo apresurado por doña Ana María Díaz Talaviña, su madre.

“André está cumpliendo sus sueños, de niño siempre se tuvo fe. ‘Mamá, ya vas a ver’, me decía, y míralo, está cumpliendo paso a paso sus objetivos, hasta creo que está tocado por Dios”, señaló sorprendida por la gran cobertura de periodistas.

Y no es para menos. Carrillo lleva un gol por partido, empresarios se lo quieren llevar a Europa, y por la manera que festeja sus goles –con el baile de la culebra– se volvió el engreído de la fanaticada.

“No me creo el goleador, soy uno más que colabora para encontrar el triunfo. Contra Cristal prepararemos otra coreografía, estén atentos, ja”, resolvió.

Ayer en compañía de su madre, visitó la parroquia San José Obrero de Barranco, al conmemorarse un año de la muerte del profesor Arturo Bazalar. “Gracias al profesor que está en el cielo, estoy en Alianza”, concluyó.