Selección Chilena y el día que le faltó el respeto al fútbol [VIDEO]

El fútbol chileno escribió de una las páginas más oscuras de su historia el 3 de septiembre de 1989. Un día del que muchos hermanos sureños prefieren hasta ahora no recordar dado que este episodio los excluyó de la Eliminatoria rumbo a Estados Unidos 1994 y les hizo ganar el repudio de todo un continente indignado.

Se jugaba la última fecha del Grupo 3 de Sudamérica entre Brasil y Chile. Ambos llegaban igualados en el primer lugar de la zona con 5 unidades pero era el “Scratch” quien tenía la primera opción de ganarse el cupo al Mundial de Italia 1990 por mejor diferencia de goles y por jugar la definición en casa.

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En Chile tomaron el duelo como una “guerra” simplemente era todo o nada por lo que solo servía ganar. Los ataques constantes eran solo de Brasil en un Maracaná que hervía en sus 4 tribunas ya que el recuerdo del 4-0 que le propinó la “Roja” a la “verdeamarilla” por la Copa América de 1987 todavía estaba fresco para los brasileños y esto era la revancha.

El gol de Careca a los 3 del segundo tiempo complicaba a la Selección Chilena y todo hacía indicar que la clasificación era de la “Canarinha”. Minutos después, a los 63’, mientras el balón estaba en juego, en el arco chileno cayó una bengala muy cerca del portero Roberto Rojas. Con la caída del objeto el portero también fue al suelo para luego recibir de inmediato el auxilio de sus compañeros y el cuerpo médico.

En las imágenes de televisión se observó la ceja derecha del portero bañado en sangre. Ante esta supuesta agresión los jugadores chilenos decidieron abandonar el campo y pese a los intentos de convencimiento del árbitro argentino Juan Carlos Loustau por continuar con el cotejo estos se negaron por lo que el duelo quedó inconcluso.

Al día siguiente las autoridades de la Conmebol iniciaron las investigaciones del caso. No obstante días después y ante presión mediática el portero terminaría confesando la terrible verdad del asunto. Rojas se había autolesionado con una navaja de afeitar que ocultaba en su guante, descartando así que su herida haya sido producto de la bengala, verdad que fue reforzada gracias a una fotografía de la revista El Gráfico de Argentina.

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Aclarado todo, la Conmebol decidió castigar al arquero de entonces 32 años con la marginación a perpetuidad de todo clase de actividad futbolística –aunque después sería amnistiado en el 2001- y además resolvió excluir a la Selección Chilena de las Eliminatorias rumbo a Estados Unidos 1994. Un castigo que sentó un precedente en todo el mundo fútbol.