Selección Peruana y el día que le volteó el partido a Bulgaria en el Mundial de México 70

Fue el primer triunfo de Perú en una Copa del Mundo. Y qué manera de conseguirlo: con gallardía, garra, pundonor... fue la tarde del 2 de junio de 1970 en León, México.

Perú, ataviado con casaquilla roja sangre, empezó el partido con muchas dudas, imprecisiones, errático y con un arquero, como Luis Rubiños, muy nervioso.

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Dermendzhiev y Bonev ya habían marcado para los búlgaron con involuntaria complicidad de Rubiños. Perú no hallaba la fórmula para controlar a los europeos. El primer tiempo llegó para alivio de los nuestros que evitaron el tercero en contra.

Para el complemento, Perú tuvo otra cara. Se mostró como un cuadro más encaradaor, con mayor fútbol, dinámica y entrega que dejó sin reacción al rival.

Alberto Gallardo a los 5’ colocó la esperanza. Cinco minutos después, Héctor Chumpitaz, de tiro libre, colocó el empate. Las tribunas deliraban con los peruanos y los mexicanos que habían llegado para hacer barra a los nuestros.

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A los 27 minutos llegó la extrorinaria combinación entre Cubillas y Mifflin que terminó con el golazo del “Nene”. Perú había logrado la hazaña: voltear un partido que se había tornado cuesta arriba.

El pitazo del italiano Sbardella llegó cuando Perú defendía el triunfo. La victoria hizo sonreir a todo un país que, por esos días, lloraba a sus muertos por el terremoto en Huaraz.

LA ANÉCDOTA

Dos días antes del choque ante Bulgaria, en México, se había registrado un terremoto en Perú que tenía a los seleccionados con la “cabeza en otra parte”.

Al término del primer tiempo, Perú perdía 2-0. Es ahí cuando ingresa Javier Aramburú, presidente de la delegación, para decir. “Tomen, es tierra bendita del Perú. La he traído especialmente de nuestro país”.

Los jugadores la tomaron y motivados voltearon el partido. Aramburú  había sacado la tierra de una maceta del hotel mexicano.