Un giro sin precedentes pone en riesgo a miles de inmigrantes luego de que la Corte Suprema permita deportar a nacidos en Estados Unidos.
Una polémica en Estados Unidos genera un gran debate migratorio. La Corte Suprema avaló una medida impulsada por el presidente Donald Trump que redefine el acceso a la ciudadanía. Ahora, ni haber nacido en suelo estadounidense garantiza protección total si tus padres no tienen estatus legal.
La reciente orden ejecutiva de Donald Trump no anula la Enmienda 14, pero modifica el mecanismo administrativo que valida la ciudadanía por nacimiento. El gobierno federal dejará de entregar documentos oficiales como pasaportes o actas de nacimiento a hijos de personas sin estatus migratorio permanente. La medida también afectará a menores nacidos de padres con visas temporales, incluyendo turistas, estudiantes y trabajadores.
Aunque se restringe el reconocimiento automático de la ciudadanía, los padres podrán gestionarla a través de consulados si sus países la permiten. Este cambio, avalado por la Corte Suprema, fue anunciado por Trump y entrará en vigor dentro de 30 días. En una primera etapa, se implementará en 28 estados que no presentaron oposición legal a la nueva política.
La ciudadanía por nacimiento es un derecho consagrado en la Enmienda 14 de la Constitución de EE.UU., el cual concede automáticamente la nacionalidad a cualquier persona nacida en suelo estadounidense, sin importar la situación legal de sus padres. Este principio ha sido clave en la historia del país como pilar de su política migratoria e integración social.
Donald Trump pretende modificar este derecho a través de órdenes ejecutivas que alteran el procedimiento para reconocer la ciudadanía. Sostiene que algunas familias se aprovechan del sistema para obtener beneficios migratorios injustamente. Por lo que su propuesta busca restringir este acceso automático y aplicar una política migratoria más estricta.