Chapecoense: cajas negras revelan las verdades causas de la tragedia en Colombia

El secretario de seguridad de la Aeronáutica Civil de Colombia, Freddy Bonilla, ofreció una conferencia de prensa donde explicó a detalle la investigación realizada a las cajas negras del avión del Chapecoense que se accidentó el pasado 29 de noviembre en la localidad de Antioquía, Colombia.

La máxima autoridad aeronáutica de ese país señaló que el factor que provocó la tragedia fue la falta de combustible. Sin embargo, refirió que la tragedia se produjo por una cadena de errores humanos, la misma que se inició desde el permiso para el despegue en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia.

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Bonilla enfatizó que la tripulación del avión era consciente de la falta de combustible, pero dijo que solo reportó la emergencia cuando ya no había margen para reaccionar.

Es más, el piloto y el copiloto conversaron sobre la posibilidad de aterrizar en la localidad de Leticia, ubicada en la frontera entre Brasil, Perú y Colombia.

Sin embargo, nunca decidieron realizar un aterrizaje de emergencia, pues confiaban en llegar a Medellín. Ya en territorio colombiano, el avión enfrentó un fuerte viento, que implicó mayor consumo de combustible. Esto fue clave para que luego la aeronave no llegue a su destino.

Al percatarse que no llegarían a Medellín, el piloto de la nave recién decide realizar un aterrizaje de emergencia, pero se da con la sorpresa de que uno de los motores ya estaba apagado.

Solo faltando tres minutos con 45 segundos del accidente, todos los motores dejaron de funcionar. La tragedia era inevitable.

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¿Por qué se agotó el combustible?

Freddy Bonilla asegura que la aeronave fue “tanqueada en su totalidad” en Bolivia. El detalle estuvo en que se llenó de combustible para sobrevolar una distancia inferior a los 2.983 kilómetros, que separa Medellín de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

El informe emitido por la Aeronáutica Civil de Colombia también refiere que el plan de vuelo del avión era alcanzar los 30.000 pies de altura, pero detalla que no tenía certificación.

Es más, las codiciones reglamentarias señalan que toda nave debería tener una reserva de combustible para posibles casos imprevistos, algo con que el avión del Chapecoense no contaba.