Según datos del Departamento de Seguridad Nacional, los arrestos de inmigrantes se realizaron en los condados de Ventura y Santa Bárbara.
Los inmigrantes que trabajan en las granjas de California enfrentan una situación migratoria crítica tras una serie de operativos liderados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Más de 300 personas fueron arrestadas en los condados de Ventura y Santa Bárbara, según confirmó la agencia.
La secretaria de Seguridad Nacional señaló que esta operación, llevada a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se considera una de las más amplias desde la llegada de Donald Trump a la presidencia.
El Departamento de Seguridad Nacional comunicó que la redada de ICE en supuestas granjas de marihuana se centró en una investigación sobre inmigración y posibles violaciones al trabajo infantil. Las fuerzas migratorias detuvieron a 10 niños inmigrantes víctimas de explotación laboral y posible tráfico de personas.
A su vez, según la subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, se arrestaron a 200 inmigrantes indocumentados. Durante esta operación, un agitador disparó contra los agentes migratorios. Ante dicho atentado, funcionarios del DHS aseguraron que mientras ICE arriesgaba su vida, políticos del estado santuario de California lo demonizan.
Asimismo, detallaron que los trabajadores agrícolas se desligaron de las leyes básicas del trabajo infantil al permitir que menores de edad laboren en el lugar. No obstante, no es raro que los adolescentes trabajen en el campo y, según críticos, detener y deportar a inmigrantes menores no es una solución al trabajo infantil.
Dando a conocer su punto de vista contra la política migratoria establecida por el gobierno, Gavin Newsom, gobernador de California, sentenció que "en lugar de apoyar a las empresas y trabajadores que impulsan la economía y estilo de vida, las tácticas de Stephen Miller incitan caos, miedo y terror a las comunidades".
Dado que esta postura fue mal vista y criticada por el comisionado de CBP, Rodney Scott, preguntando a modo mofa si California estaba lista para acabar con la explotación infantil, Newsom declaró que el estado procesaba a los criminales. Por el contrario, otros estados le lanzan gases lacrimógenos y promueven leyes en contra de los menores.