Luego del bochornoso accidente que sucedió en la previa de la final de Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, habló Pablo Pérez, el jugador más afectado, quien aseguró que no le gustaría jugar en el 'Monumental': "Yo no puedo ir a una cancha donde puedo llegar a morir".
El capitán xeneize contó los momentos de tensión que pasó durante su viaje en el bus: "Fueron minutos que no se los deseo a nadie. Eran estallidos de vidrios constantemente. No fue muy lejos de la entrada al estadio, fue bastante cerca".
Bastante serio indicó que la agresión no solo fue esa, ya que también ocurrió en su recorrido a la clínica: "Nos volvieron a tirar piedras; no es menor lo que pasó. Ni bien pasamos por el portón, nos pudieron volver a lastimar cuando nos íbamos a atender".
Asimismo, disparó contra la Conmebol: "Lo de la Conmebol fue una vergüenza. Estaba en el hospital y me decían que tenía que jugar. Con el ojo irritado, hinchado...iba a entrar pero no se podía jugar"
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Pérez agregó detalles: "El médico de la Conmebol no lo conozco porque no me vino a ver nunca. Entró en algún momento y anotó que estaba en condiciones de jugar sin revisarme...no vino el médico, Nunca fue solidario con nosotros. Debe tener alguna orden de no venir a verme al Otamendi tampoco".
Finalmente, confesó que recibió muestras de solidaridad por parte de algunos jugadores del 'Millonario': "Me escribieron Nacho (Scocco) y Milton (Casco), que nos hicimos amigos en Newell´s y tenemos relación. Nadie más se comunicó".