El gol de Gabriel Jesus tiene el ADN de Josep Guardiola: tratar bien el balón, pase a profundidad y anotación. El brasileño se encargó de romper la paridad a los 10 minutos de iniciado el juego.
Dicho tanto llegó luego de que el balón pasara por los pies de cuatro jugadores y termine en Gabriel Jesus, quien solo tuvo que poner la parte interna de su botín derecho. Un golazo.
La jugada inició de los pies de Nicolás Otamendi, quien cedió el balón para Aymeric Laporte. El francés vio desmarcado a Leroy Sané y no tuvo mejor idea que mandarle un pase entre líneas.
El extremo alemán levantó la cabeza y se la puso como con la mano a Gabriel Jesus, quien superó a su marca en velocidad y solo tuvo que empujar el balón. Volvió el "tiki-taka" de Guardiola.