Cuando la garra no basta, el fútbol es escaso y el “9” está con el arco al revés, el resultado es un equipo que atropella y apela a su camiseta, tradición, pero termina expuesto a la derrota. Sucedió con Real Garcilaso, en aquel centro de Pierre Orosco, quien dejó el anonimato con ese gol que trajo abajo el intento de repunte tras el empate en el clásico y el último triunfo a los ediles. El salvavidas está encaminado.
Nicolás Córdova necesita refuerzos para repotenciar su oncena. Un goleador de jerarquía que haga olvidar los yerros de Daniel Chávez, y dos enganches-extremos que complementen el equilibrio futbolístico en la medular con Diego Manicero.
Por ahora solo queda replantear el equipo, esperar los regresos de Aldo Corzo, Alberto Quintero y el mismo “Loco” Vargas, quien pese a su sobrepeso es necesaria su experiencia en el campo.
La “U” volvió a su realidad futbolística, la que maquilló las últimas dos fechas con garra, individualidades y chispazos de fútbol, pero no siempre alcanza, más en un grande que fecha a fecha se juega la vida en cada partido, en cada dividida, en cada cancha, por sacudirse del descenso. Pero Nicolás Córdova pide calma, el destino de Universitario está por cambiar, al menos, es lo que todos los cremas esperan con los refuerzos por sumarse.