Debo confesar que gracias a estos muchachos se vio, después de tiempo, un gran duelo en nuestro fútbol. En el Descentralizado no vemos esto. Solo encontramos rivales que no discuten de fútbol. Que regalan la pelota, esperan y apuestan el resultado a un gol afortunado e inmerecido.
Pero si hasta una sumaria acción de Paolo Hurtado generó tres situaciones con apariencia de penal. Animado por los espacios que dejó Universitario por la elasticidad de su 4-3-2-1. Replicó con sendas penetraciones al área en toda esa banda derecha. Pero en ninguna sorprendió al juez ecuatoriano que cono le permite al peruano que se le pase de la raya…La imperdonable de ese último cuarto de hora, fue la jugada de Joyce Conde que la encuentra libre de impuestos por la generosidad de “Calambrito” Aparicio que le pega mal en su afán de tocarla. El grandulón atacante pisando el área remató sin fortuna, desperdiciando una buena ocasión de anotar, luego de tanta vorágine en las dos áreas.
Solo faltó el gol. Hubo entrega. Ímpetu. Velocidad. Un Clasiquito cautivante a lo largo de su segundo tiempo que terminó sin goles y se multiplicó emocionalmente hasta la vía de los penales.Con dos arqueros llenos de condicionantes: Cáceda, el de la “U”, es arquero de Selección que jugó el Sudamericano de Arequipa. Azurín, el de Alianza Lima, es el golero suplente de Pepe Soto…
Y así empezó la infartante tanda. La definición clasificatoria tuvo marcapaso. Y el resultado fue para la “U”. Por la eficiencia de sus ejecutores más anónimos.
Porque los más renombrados fallaron todos: Andy Polo, Paolo Hurtado y Coco Bazán. La historia crema dirá que Jair Franco, Álvaro Ampuero, Mauricio López, Cristian La Torre y Ángel Romero llevaron a Universitario de Deportes a la gran finalísima de la Copa Libertadores Sub 20 para definir el título con el histórico Boca Juniors de Argentina. Y a partir de ahí, tejer un nuevo sueño…