Jesús Pinedo: de ser menospreciado por la UFC, a luchar por el título de la PFL
En esta nota, el peruano cuenta su sueño de lograr el cinturón de campeón este 24 de noviembre.
Únete a nuestro canal de WhatsAppJesús Pinedo está cerca de ser campeón peso pluma de la Professional Fighters League (PFL). El ‘Mudo’, como lo apodan, venció al americano Bubba Jenkins por K.O, y ahora enfrentará en la final al brasileño Gabriel Braga, con quien ya se enfrentó este año. El ganador, será dueño de un millón de dólares.
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El peruano, charló con Líbero y contó cosas interesantes sobre su presente. Además, recordó las tentaciones que tuvo en su juventud, sus inicios, su breve paso por la UFC y el sueño de ser campeón mundial.
¿Cómo te sientes ahora?
Bien, la verdad que bien. Feliz por este momento.
Me llamó la atención que cuando terminó la pelea, en conferencia de prensa señalaste que esto no acababa aquí…
De todas maneras, esto acaba cuando el cinturón esté puesto en mi cintura el 24 de noviembre. Mucho deportista; no solo el peruano, sino el latinoamericano, siempre se queda en el casi. En cualquier deporte se conforman con llegar a la final y dicen que ya cumplieron, pero no consiguen el objetivo final que es en mi caso el campeonato mundial. Para mí es un nuevo comienzo. Pero todo acabará cuando el juez levante mi mano este 24 de noviembre.
¿Tenías estudiado a Bubba?
Claro, mi equipo y yo habíamos llegado a la conclusión que es un rival que se cansa rápido, así que mi idea desde el principio fue mantener la intensidad, así lo hice en el primer round.
En la final te toca contra Braga, con quien ya te enfrentaste y te ganó este año por decisión unánime.
Sí, en verdad era un capítulo cerrado. Me enfrenté con él en las Vegas y para el público yo había ganado. Hasta ahora no entiendo como se la dieron a él, si hasta el mismo organizador se me acercó y me dio su opinión diciéndome que yo había sido el ganador.
¿Tienes hambre de revancha?
Son cosas del deporte que pasan. Ahora voy a tratar de acabar esa pelea, que no llegue a decisión para que no quede dudas.
¿Cómo se maneja una situación así?
Perder y ganar es parte del juego, parte del deporte, pero si pierdes hay que perder de la mejor manera. Dándolo todo, entregándote al máximo, pero si ganas la pelea y te la roban, hay queda un sinsabor muy feo.
¿Qué tanto influye lo mental?
El tema mental influye mucho en este deporte, tu mente tiene que estar enfocada en la pelea, estrategia. Mi equipo sabía que era un rival muy explosivo, muy bueno, muy conocido acá en Estados Unidos, pero es un peleado que se cansa. Va a terminar fundiéndose.
Eres muy cercano a tu entrenador, ¿verdad?
Mi entrenador, Iván Ibérico, una leyenda de la MBA allá en Perú, estoy con él desde que tengo 16-17 años, desde que empecé literal. Una década trabajando juntos.
¿Siempre has estado vinculado con Artes Marciales?
Yo siempre he hecho deporte de contacto, desde que tengo 6 años, 5 años, pero ha sido pausado, como que en vacaciones o un par de meses durante el año. Sea yodo o karate. No era como los otros niños que les gusta el fútbol, yo era muy malo para el fútbol, me dediqué a las artes marciales mixtas.
¿Has pasado por tentaciones en el camino? A los 17 siempre hay…
Claro, de todas maneras. Pucha siempre están todo, es normal que la juventud salga a divertirse, que se relacionen, como toda persona. Pero un deportista de elite no puede tener una vida normal, hay que sacrificar muchas cosas. Influye mucho en tu rendimiento, en tu psicología, he ido madurando mucho en el transcurso de los años. Soy lo que soy gracias a la dedicación que le puse y a las personas cercanas que están en tu circulo. Tiene que haber conexión entre entrenador y alumno siempre.
¿Nunca te han buscado bronca o algo por el estilo?
Realmente me pasaba antes, ahora ya no mucho porque ya no salgo mucho a fiestas, soy una persona muy reservada, si salgo solo es con mi familia. Pero si cuando era más joven siempre hay, igual siempre he tratado de evitar.
Tus amigos se deben sentir protegidos…
Claro, de todas maneras, a veces tu propio amigo busca problemas pensando que tu lo puedes defender. Jajaja.
Estuviste en UFC, ¿por qué no permaneciste ahí?
No hay una razón específica. Firmé con UFC, tuve un par de peleas, una ganada y una perdida, me dijeron que haga un par de peleas más en otras ligas menores, las hice, las gané, y cuando iba a volver a UFC se presentó la oportunidad de PFL. Y ahora estoy aquí, y siento que es lo mejor que me pasado. La verdad que estoy bien y es casi lo mismo.
¿Piensas volver?
Por ahora no, por ahora estoy contento con PFL, más adelante hay que ver como se dan las cosas.
Para la última pelea con Bubba, se indicó que no llegaste al peso correcto. ¿Qué pasó?
Me faltaron 200 gramos, pero no fue mi culpa, ni de la organización, la verdad que escapó de mis manos. Yo tenía un vuelo que tenia que haber llegado el lunes a la mañana, y llegué el martes en la tarde, el vuelo se retrasó y estuve dos días varados, sin poder entrenar. Además, no es lo mismo comer en un aeropuerto que prepararte tu dieta. Jueves era el pesaje en la mañana, tenía que botar 8 kilos el miércoles y todo fue muy complicado.
¿Es complicado el pesaje?
Si, es algo horrible el corte de peso. Desde mi punto de vista, es lo más feo de la pelea.
Por eso te cortaste el cabello…
Claro, en el cabello boté 200 gramos más. Jajaja.
No te noquean desde el 2015. ¿Cuál es el secreto?
Tiene que ver todo, tienes que estar metido en la pelea, enfocado. Preparas tu cuerpo en el entrenamiento que tienes tres meses antes, e cuello, los abdominales, la idea es que no te haga tanto daño para un KO.
Pero igual tu trataras de ganar la pelea antes…
Claro, de todas maneras, para mí es mucho mejor que acabe antes.
¿Cuál es tu objetivo en este momento?
Mi objetivo ahora es el 24 de noviembre la revancha con Braga, quiero traer ese cinturón para Lima y que Perú tenga su primer campeón mundial de artes marciales mixtas.
¿Todo bien con tu familia?
Sí, todo bien con la familia, agradezco a ellos que me han estado apoyando mucho, a mis hermanas, a mi hermano, mi padre, siempre me han apoyado. Estoy internado, salgo muy pocas veces a visitar a mi familia.
¿Por qué te apodan el mudo?
Jajajaja, lo que pasa que cuando yo empecé a entrenar, masomenos a los 16, 17 años, era un tipo que iba al gimnasio y del gimnasio a su casa. Como que no hacía tantos amigos en el gimnasio, y cuando me preguntaban algo nunca decía no, nunca decía preguntaba por qué, simplemente lo hacía, entonces el entrenador me dijo: “tu nunca hablas, ¿no? Te vamos a poner el mudo”, y hasta ahora me quedé con esa chapa. Jajaja.