El Bayern Múnich derrotó por 4-2 al Bayer Leverkusen con una actuación contundente para acabar con las ilusiones de su rival y así lograr la doble corona en el fútbol alemán.
El equipo de Hansi Flick fue abrumadoramente superior a su rival en una primera parte que resolvió con los goles de David Alaba y Serge Gnabry.
La segunda parte pintaba ser otro monólogo del Bayern Múnich, pero Peter Bosz acertó con los ingresos de Volland y Demirbay. El partido se volvió un constante ida y vuelta que permitó al Bayer Leverkusen creer en sus posibilidades.
Ahora bien, la falta de puntería de Kevin Volland y un grosero error del arquero Hradecky fueron un mazazo para el Bayer Leverkusen. Inmediatamente después del gol fallado por el atacante vino un bombazo de Robert Lewandowski que el "1" no supo controlar.
Parecía partido resuelto, pero Sven Bender ganó en el área rival y el Bayer Leverkusen se ilusionó con la remontada. Sin embargo, ninguno de sus delanteros estuvo certero en el último disparo y el Bayern Múnich liquidó el partido con un golazo de Lewandowski.
En los últimos instantes del partido, Volland se sacó la sal convirtiendo, el árbitro cobró offside, pero el VAR finalmente dio penal por una mano de Davies y Kei Haverz hizo más decorosa la derrota del Leverkusen.
El Bayern Múnich levantó su vigésima Copa Alemana y sueña con el triplete. Ahora bien, Hansi Flick deberá ver cómo gestiona el mes de inactividad hasta la vuelta de la Champions League, el gran sueño bávaro desde su última conquista en el 2013.
