El Barcelona podría haberse ido al descanso con una diferencia más amplia sobre el Espanyol (por ahora gana 1-0), pero la falta de precisión y un error arbitral lo impidió. A los 39 minutos, Lionel Messi encaró nuevamente hacia el arco de Pau López y cuando iba a rematar fue trabado claramente por un defensa azul y blanco. Sin embargo, el juez Jesús Gil hizo honor a su apellido y dijo que siga el juego.