A estas alturas del partido, Sporting Cristal no está para soportar los caprichos de nadie, pues la necesidad de sumar los primeros puntos, a fin de evitar la crisis interna, hizo que el caso administrativo de Germán Rivera se toque con pinzas.
Hasta el momento el tránsfer del marcador no llegó desde Italia y en La Florida eso es razón de incomodidad, pues su contratación fue para aportar y no ver los partidos desde la tribuna.
Se supo que la directiva le pidió al jugador comunicarse con el titular del C.F. Misano, con el propósito de conocer las razones de la demora y se enteraron que hubo inconvenientes.
Al final, quedó en solucionar el impasse, pero en Cristal le pusieron un plazo: si el sábado no llega su carta, Rivera se irá del club.