Pésima noticia para el Perú: Machu Picchu ingresa internacionalmente a la "lista negra" en ranking de turismo
Un informe destaca la creciente masificación del turismo, los altos costos y el impacto negativo, ponen a esta maravilla en la 'lista negra' de este ranking.
- ¿Buenas noticias para el retiro AFP 2025? Esto pasó hoy, miércoles 3 de septiembre
- Pensión ONP de más de S/ 1.000 | ¿Qué requisitos deben cumplir los adultos mayores?
Machu Picchu, reconocido símbolo del Perú y Patrimonio de la Humanidad, ha sido incluido en una lista poco deseada por los destinos turísticos. Este emblemático sitio, considerado una de las maravillas del turismo mundial, figura en el ranking global de Travel and Tour World (TTW), que señala aquellos lugares que, por diversas razones, "ya no son recomendables para visitar".
La presencia de la ciudadela inca en esta selección no es casual. El informe revela como causas principales la masificación del turismo, el alto costo de la experiencia y el creciente impacto ambiental.
Machu Picchu comparte esta categoría con lugares como:
- Venecia (Italia)
- Bali (Indonesia)
- Santorini (Grecia)
- Kioto (Japón)
- Círculo Dorado en Islandia
Todos los destinos anteriormente mencionados en el listado, son afectados por una demanda turística que ha superado su capacidad real.
Los datos respaldan esta preocupación: rutas con un aforo máximo de 450 personas por día han registrado hasta 700 ingresos diarios. Este exceso ha acelerado el deterioro de senderos y estructuras del santuario, al punto que en mayo, la Contraloría General del Perú emitió una alerta sobre el riesgo que esto representa para la integridad del sitio. Además, el impacto también alcanza a la localidad de Aguas Calientes, donde la alta demanda ha disparado los precios y comprometido la calidad del servicio.
Organismos internacionales como la UNESCO han alertado sobre el riesgo de que Machu Picchu sea incorporado en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro. Ante esta situación, especialistas hacen un llamado urgente a implementar medidas que incluyan nuevas normas de acceso, una fiscalización más estricta y una gestión sostenible que asegure la preservación del sitio sin comprometer su atractivo turístico.
