En campaña, Donald Trump prometió la mayor deportación de la historia; sin embargo, muchos se preguntan sobre el impacto que esto tendría en la economía de EEUU.
Únete a nuestro canal de WhatsAppAtención, inmigrantes en Estados Unidos. Las normativas migratorias continúan siendo un aspecto fundamental en la agenda del presidente electo. Después de manifestar su intención de eliminar a la población inmigrante del país, la situación se torna más clara a medida que se acerca su toma de posesión.
En este escenario, persiste una interrogante: ¿Cuáles fueron las políticas migratorias que Donald Trump priorizó durante su segundo mandato? A continuación, te ofrecemos un análisis detallado.
Donald Trump dio a conocer sus planes de deportación masivas en abril mediante un comunicado a la revista Time. Siendo así, alrededor de 15 a 20 millones de personas indocumentadas se verán obligadas a abandonar Estados Unidos. Cabe mencionar que el presidente electo estableció su necesidad de incluir a Guardia Nacional y el ejército en este tipo de situaciones. "Estos no son civiles", sostuvo Trump al hablar de sus políticas migratorias. "Estas son personas que no están legalmente en nuestro país. Esta es una invasión de nuestro país".
Es importante establecer que esta es una de las prioridades del republicano y de sus asesores principales. Tom Homan, el conocido 'Zar de la frontera', aseguró que, de ser inmigrante ilegal, es mejor que te cuides ya que nadie se salvará. por su parte, Stephen Miller, el asesor de Trump, dio a entender que esta será la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos.
Aún así, algunos expertos han dicho que el plan de la administración de Trump será costoso y complicado, tanto por el presupuesto que supone realizar una operación de este nivel como por los significativos efectos colaterales que perjudicarían a la economía del país norteamericano.
En junio, Trump sorprendió al proponer que los extranjeros graduados de universidades estadounidenses reciban la Green Card. Esta medida incluye a todo aquel alumno de las junior colleges y programas de doctorado, y rompió con sus políticas previas de frenar tanto la inmigración legal como ilegal y contrastó con su discurso antiinmigración durante su mandato y campaña.
Cuando explicó el porqué de esta decisión, argumentó que muchos inmigrantes, especialmente de países como China o India, llegan a Estados Unidos con visas de estudiante y el objetivo de emprender, pero enfrentan obstáculos al no poder trabajar legalmente. Según su propuesta, otorgarles la residencia tras graduarse no solo beneficiaría a los inmigrantes, sino también a la economía estadounidense, al aprovechar su talento como capital humano clave.
El exmandatario señaló que cuando estos graduados regresan a sus países, desarrollan allí las ideas que podrían impulsar la economía norteamericana, generando empleos y riqueza que Estados Unidos pierde. Además, afirmó que forzar su salida afecta el potencial de estos profesionales y perjudica a las empresas estadounidenses.
A finales de 2023, con la guerra entre Israel y Hamas en curso, Trump anunció que, si vuelve a ser presidente, reactivará y ampliará la prohibición de viajes para ciudadanos de países musulmanes, suspenderá los reasentamientos de refugiados y deportará a quienes considere con “simpatías yihadistas”.
En un acto en Iowa, usó los ataques de Hamas en Israel como ejemplo para justificar sus políticas de inmigración estrictas y generar temores sobre posibles amenazas a Estados Unidos. Estas medidas incluirían controles ideológicos para bloquear la entrada de personas que calificó como “peligrosos lunáticos” o “enemigos”, y ampliarían la lista de países prohibidos, como Gaza, Siria, Somalia, Yemen y Libia, entre otros.
La prohibición inicial de Trump, durante su mandato, afectó a siete países predominantemente musulmanes y se extendió a naciones africanas, pero fue revocada por Joe Biden en 2021. De ser implementadas, estas propuestas representarían una transformación significativa en el sistema de inmigración de Estados Unidos.
Donald Trump planea imponer mayores restricciones al asilo y eliminar la Acción Diferida Para los Llegados en la Infancia (DACA), el programa que protegió a los dreamers, hijos de inmigrantes que llegaron a Estados Unidos a temprana edad. Asimismo, también pretende anular el Parole Humanitario y cualquier otra ayuda a inmigrantes refugiados.