En medio de protestas contra ICE y la llegada de la Guardia Nacional de Estados Unidos para controlar el caos, así es como inició la manifestación.
La tensión sigue creciendo en Los Ángeles tras una serie de operativos migratorios realizados por agentes federales. Las redadas, que resultaron en más de un centenar de arrestos, desataron protestas masivas que se mantienen por segundo día consecutivo. Aquí te explicamos cómo se originaron las manifestaciones, qué medidas ha tomado el gobierno federal y cuál es la situación actual.
Según CBS News, todo comenzó el viernes 6 de junio, cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizaron redadas en distintos puntos de Los Ángeles. Una de las intervenciones ocurrió frente a un almacén de ropa en el Distrito de la Moda, después de que un juez autorizara un operativo por presunto uso de documentación falsa por parte del empleador. La operación provocó una reacción inmediata de la comunidad, que intentó impedir la retirada de los agentes.
Las protestas no tardaron en extenderse al centro de la ciudad, donde manifestantes se concentraron frente a un edificio federal ante rumores de que migrantes estaban detenidos en el sótano. También se denunciaron arrestos afuera Home Depot y Dale’s Donuts.
El sábado, nuevas movilizaciones se registraron en la ciudad de Paramount, tras lo que parecía ser otra redada federal. Las manifestaciones se intensificaron en Compton, donde se reportaron enfrentamientos, vehículos dañados y uso de municiones no letales por parte de las autoridades.
Ante el crecimiento de las protestas, Donald Trump firmó un memorando el sábado por la noche en el que ordenó el despliegue de al menos 2.000 efectivos de la Guardia Nacional en el condado de Los Ángeles. El documento, sustentado en el Título 10 de la ley federal, autoriza al Ejército a intervenir dentro del país en situaciones excepcionales.
A su vez, criticó a las autoridades estatales y locales por su presunta incapacidad de controlar los disturbios y advirtió que, de ser necesario, el gobierno federal asumirá el control total. Además, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, anunció la movilización inmediata de las tropas, e incluso advirtió sobre la posible activación de infantes de marina si la violencia persiste.
Funcionarios cercanos al mandatario, como Tom Homan, encargado de la política migratoria, reafirmaron que los operativos de ICE continuarán sin ceder ante la presión de las protestas.
La tensión ha alcanzado el plano político. El gobernador de California, Gavin Newsom, mantuvo una llamada de 40 minutos con el presidente Trump en un intento por contener la escalada. Previamente, Newsom denunció en redes sociales que el despliegue militar es una acción provocadora que podría empeorar la situación.
Mientras tanto, líderes sindicales como David Huerta, presidente regional del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, han sido arrestados durante las protestas. Huerta permanece detenido a la espera de una audiencia judicial programada para el lunes.