Once años después, Argentina volvió a calzarse una medalla de oro. No fueron los de unos Juegos Olímpicos, pero sí de unos merecidos Panamericanos. El equipo de Fernando Batista se erigió como el mejor equipo de Lima 2019 y lo confirmó en la final ante Honduras.
Con la base de la Selección Sub-20 y jugadores interesantes como Nicolás González y Fernando Valenzuela, Argentina fue de menos a más en los Panamericanos Lima 2019 y en la gran final no fue la excepción.
Lo empezó mejor Honduras, pero un error en salida lo pagó caro. Agustín Urzi no lo desaprovechó y abrió la cuenta con un remate esquinado.
Ahora bien, Honduras no se amilanó, se puso a jugar y se acercó con mucha peligrosidad al área de Cambeses. De tanto remar, llegó el empate centroamericano. Vuelto sacó un violento remate, el arquero dejó rebote y Douglas Martínez definió el balón suelto.
Argentina se fue con un empate al descanso y las cosas no parecían mejorar en la reanudación de las acciones. Agustín Urzi, uno de sus mejores valores, cayó lesionado y las dudas se instalaron en sus compatriotas ante tantas finales perdidas.
Ahora bien, este grupo demuestra que tiene personalidad, que goza de un gen ganador. En seis minutos frenéticos, Argentina dio muestra de su enorme pegada y sentenció la final de fútbol masculino.
Colombatto habilitó a Fernando Valenzuela en el área y el jugador de Barracas Central sacó un remate cruzado antes de caerse. Dos minutos después, un inesperado rechace de Maldonado acabó en los pies de Lucas Necul que se sumó a la fiesta.
Honduras se vino abajo y Argentina le sacó provecho para rematarlo con un gol de cabeza de Fausto Vera. El capitán apareció solo en el área para definir un centro de Valenzuela.
Los minutos restantes fueron mero trámite. Honduras quiso, pero ya no pudo mientras Argentina gestionó su ventaja y Fernando Batista le dio la oportunidad a los que no tuvieron muchos minutos a lo largo del campeonato.
Dieciséis años después, Argentina vuelve a ganar la medalla de oro de fútbol masculino de unos Juegos Panamericanos. En Santo Domingo 2003, se impuso en la final a Brasil con gol de Maxi López.