Los deportistas deambulan por el limbo de la suerte y el arduo trabajo. Competir en sus respectivas disciplinas conlleva años de sacrificios y esfuerzos que a veces no son reconocidos por el resto. El fútbol no es ajeno a ello.
Cada futbolista es una historia distinta, pero muchos de ellos coinciden en un punto: esfuerzo para cumplir su sueño. Lejos de lo armonioso o romántico que pueden significar las anécdotas, los deportistas también deben lidiar con las lesiones.
A lo largo de sus carreras, los deportistas sufren diversos tipos de lesiones, algunas son comunes van acorde a la disciplina que practican y otras son insólitas, causando la sorpresa a sus fanáticos y de su cuerpo médico.
Lucas Paquetá es el más reciente caso. El jugador brasileño disfruta de sus vacaciones y decidió recrear una actividad de niño: volar una cometa. Sin embargo, este juego le lesionó un dedo.
"Volver a los juegos hechos de niño también tiene sus consecuencias. Hoy fui a volar una cometa y me corté el dedo", indicó el volante de Lyon, agregando que será operado.
A continuación te presentamos el ranking de las lesiones más insólitas. Hay casos que te sorprenderán.
Caminando en un yate: En el 2013, Gonzalo Higuaín disfrutaba de su momento libre en su yate. El delantero se resbaló y le tuvieron que poner 10 puntos en la cara.
En una piscina: En el 2001, Sebastian Freycausó, ex arquero del Inter de Milan, se lesionó en la cabeza tras zambullirse en una piscina sin agua.
Jugando Play: En el 2005, Alessandro Nasta sufrió una lesión en su muñeca tras jugar PlayStation por largas horas.
Atropellado por una bicicleta: David Batty, inglés que jugó en Leeds, fue atropellado por la bicicleta que usaba su hijo. Estuvo lesionado por un largo periodo.
Volar una cometa: Lucas Paquetá se lesionó el dedo de la mano tras volar una cometa.
Por el control remoto: Robbie Keane, jugador irlandés, buscó el control remoto de la televisión y realizó un mal movimiento, eso de causó una lesión.
Por una zapatilla: David Beckhan sufrió un corte en la cara tras recibir un golpe por una zapatilla. Eso ocurrió en el 2003, cuando Alex Ferguson pateó una bota y le cayó al jugador.