El árbitro FIFA Michael Espinoza se pronunció sobre los terribles momentos que vivió en el estadio Carlos Olivares de Guadalupe, donde tuvo que suspender el partido entre Comerciantes Unidos y Ayacucho FC porque dos sujetos lo amenazaron con arma de fuego y golpes en los vestuarios antes de empezar el segundo tiempo.
“Esto ya está dando la vuelta al mundo, es un acto cobarde, los dos equipos jugaban fútbol y lo están llevando más allá de eso. El partido iba tranquilo, no tenían tarjetas ninguno de los jugadores, reclamaban de un fuera de juego en el segundo gol, que viéndolo ya en frío el jugador está habilitado”, indicó Espinoza.
“Al salir del camerín, yendo a la cancha, abrí la puerta, di tres pasos, una persona me cerró el paso diciéndome un montón de cosas. Me dijo: 'arbitra bien y un montón de lisuras y reclamaba por el offside y por no anular el gol y pobre que perdamos que no voy a salir de acá. Al mismo tiempo sentí un golpe por la espalda de otra persona, que me dejó sin respiración, de otra persona. Lo que me llamó la atención es que la primera persona portaba un arma en la cintura, porque se levantó el polo”, agregó.
Espinoza agradeció la rápida intervención del Jefe de Equipo de Comerciantes Unidos, quien evitó una tragedia.
“Felizmente el señor Ballesteros vio y reaccionó de manera oportuna, lo que provocó que estas personas huyeran. No tuve más remedio que refugiarme en el camerín, luego vino el comisario y le expliqué todo.
Solo me acuerdo de la persona que me agrede por delante y no al cobarde que lo hizo por la espalda. Lo vimos salir por el túnel, de donde nos volvieron a gritar. Tenía tatuajes en el brazo, creo que era un allegado del club, no creo que esté reclamando por las puras como un hincha, era un partido a puertas cerradas.
El presidente del club local vino a mi camerino para pedir que el juego se reanude. Luego con los minutos, el comisario trató de persuadirme. Me preguntó si podía seguir, pero físicamente y psicológicamente no me sentía bien".
Finalmente, el árbitro Espinoza confesó que en un momento pensó en reaccionar para evitar la agresión porque se sintió ofendido.
"No podría decir si el club local es cómplice, lo dejo en las manos de la justicia. Me sentí ofendido, molesto por lo sucedido, pensé reaccionar, nos quedamos helados cuando se levanta el polo a enseñar el arma, porque mi asistente venía atrás", declaró a RPP.