La altura del Cusco cobró su primera víctima. Se trata del brasileño Leandro Franco, quien no pudo iniciar los entrenamientos con el resto del plantel debido a que comenzó a vomitar, a sentir dolor de cabeza y emanar sangre por la nariz, lo que preocupó al comando técnico y sus compañeros.
Franco tuvo que regresar a las instalaciones del Hotel San Antonio para ser evaluado por el staff de médicos del club y guardar reposo para que su estado de salud no empeore.
Otros que también han sentido los estragos de la altura son Nicolás Ayr, Alexander Araujo y Tarek Carranza.