Selección peruana: Hugo Sotil sobre Copa América 1975 "Barcelona no quería que jugara"
- Universitario cerca del tricampeonato: ganó 2-0 a Alianza Atlético
- Triunfo blanquiazul: Alianza Lima remontó y ganó 2-1 a Atlético Grau en Matute
Los años pasan, pero el recuerdo perdura en el corazón de cada peruano. Hugo Sotil, nuestro “Cholo”, nos cuenta de talles de aquella Copa América de 1975, cuando Perú campeonó tras derrotar por 1-0 a Colombia.
¿Cada 28 de octubre es especial para usted?
Así es. Es una fecha que nunca lo podré borrar de la cabeza. Se me vienen siempre los recuerdos y sonrío por todo lo que se vivió ese día.
- Han pasado 40 años...
Disculpa que te corte pero... me parece que fue ayer. La verdad siento nostalgia.
¿Por qué?
Se consiguió una Copa América. Como futbolista defendí a mi país y de una manera que quizá pocos saben. Jugar por la selección significa mucho, es un honor, lo sientes...
-Nadie olvida el gol del triunfo...
Aquella fue una selección implacable. Recuerdo mucho ese gol que le hice a Colombia de Zape (arquero). Colaboré con ese título para el país.
¿Al venirse de España y jugar por la selección fue de locos?
Jugaba en el Barcelona y le dije a mi esposa que comprara los pasajes para irme a Venezuela, ya que deseaba jugar por la selección. Rinus Michels, el entrenador, no quería soltarme pero me vine.
¿Más pudo el sentimiento?
Lo hice por mi país a pesar que fue el viaje largo. Llegué a Caracas (7:00 p.m.) y antes d e irme al hotel me fui directo al campo de entrenamiento para trabajar. Estuve en terno y sin ningún diretivo que me reciba. Al llegar se sorprendieron.
¿Quién lo recibió?
El primero fue Alfredo Quesada y José Navarro. Qué haces acá cholo?”, me dijeron. “Vengo a ver tu cara”, les respondí. Apareció el profesor Marcos Calderón y me dijo “Cholo, sorprendes a todos, ve a cambiarte y entrena”.
¿Marcos Calderón dejó huella?
Le agradezco mucho porque me apoyó. Nos decía cada cosa, nos guapeaba y nos pedía defender la camiseta hasta la muerte, que debíamos salir a ganar y fue posible.
¿Valió la pena venir de tan lejos, no?
Así es. Cubillas metió un zapatazo y pesqué el rebote para meterla igual y anoté el gol. Celebré con euforia porque quise hacer ese gol. Una cosa es que te cuente y otra es sentirlo en el momento.
¿La celebración fue a lo grande?
Fuimos al hotel y Enrique Casaretto no se de dónde sacó los whiskys. Luego me enteré por las noticias que en Lima la celebración fue grande y con recibimiento del presidente Francisco Morales Bermúdez. Yo no estuve porque regresé a España. Pero cumplí por mi país.
