Antes de comenzar el Torneo de la Fuerza en Dragon Ball Super, el Gran Sacerdote anunció las reglas que este tendría y que tenían que ser acatadas por todos los universos. La más importante de todas era que cada equipo tendría que llevar a diez guerreros. Bills, el dios de la destrucción del universo 6, tenía problemas pues solo conocía a Gokú, Vegeta, Majin Buu y Piccolo, por lo que debía convocar a más combatientes.
Recordemos que ellos habían participado el torneo organizado por su hermano gemelo, sin embargo, Gokú le dijo que el buscaría a los demás, por lo que no tenía que preocuparse.
El guerrero saiyajin empezó a visitar a los posibles peleadores, pero ante el sueño profundo que había caído el demonio rosado tuvo que recurrir a un viejo amigo que no veía hace muchísimos años, Numero 17. El cual se encontraba en una isla lejana como guarda bosques.
Luego de que Gokú le comentara a Numero 17 sobre el torneo de la Fuerza este aceptó participar, siempre en cuando el saiyajin lo ayudara a capturar a un cazador furtivo. Mientras tanto la deidad esperaba el regreso de nuestro protagonista con buenos noticias.
Bills se despertó soltando un fuerte grito que asustó a Whis y despertó a la pequeña hija de Vegeta que estaba durmiendo en los brazos de Bulma. El ángel le consulta si ha pasado algo malo a lo que Bills, asustado y nerviosos, responde que ha soñado la muerte de Gokú.
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