Un emocionante y, a la vez, gracioso momento se vivió en Dragon Ball Super. El malvado Freezer había regresado con su ejercito a la Tierra después de mucho tiempo. Durante años había juntado algunos súbditos y leales sirvientes para consumar su venganza contra Gokú y sus amigos.
En ese momento, Gokú se encontraba entrenando con Kaiosama por lo que no sabía que sucedía en la Tierra. Vegeta estaba haciendo lo mismo con el Whis. Por lo que solo quedaban Piccolo y Gohan como los únicos guerreros.
Aunque, en realidad, habían otros dos saiyajin que querían pelear con el villano, pero no eran tan fuertes. Sin embargo, tenían una técnica a la que siempre recurrían llamada fusión.
El resultado de esa unión fue Gotensk, el cual podía convertirse en super saiyajin, pero por estar alardeando, el tiempo de esta se acabo. Es allí, que Freezer se dio cuenta que Gokú y Vegeta tuvieron decencia durante su ausencia.
El 'Emperador del mal' se molesta al ver a los pequeños saiyajin, sin embargo la apariencia de Trunks le llama la atención. Después de un momento recuerda que fue el hijo de Vegeta quien lo partió por la mitad hace tiempo.
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