¡Malas noticias para Puerto Rico! Estas son las órdenes ejecutivas de Donald Trump que afectarán al país
Muchas de las acciones de Trump, centradas en eliminar las políticas implementadas por Obama y Biden, repercuten en el bienestar de la isla.
Únete a nuestro canal de WhatsApp![Puerto Rico se enfrenta a una situación de incertidumbre ante las decisiones de Donald Trump. Puerto Rico se enfrenta a una situación de incertidumbre ante las decisiones de Donald Trump.](https://imgmedia.libero.pe/652x365/libero/original/2025/02/06/67a4c97615e41747610ffe7a.webp)
La segunda juramentación del presidente Donald Trump trae consigo una serie de órdenes ejecutivas que marcan un giro en las políticas ambientales y energéticas de Estados Unidos. En especial, estas medidas afectan a Puerto Rico, revocando regulaciones establecidas por las administraciones de Obama y Biden que buscaban reducir los efectos del cambio climático.
Siendo así, las decisiones de Trump se centran en recortar la financiación federal destinada a la ciencia, la tecnología y la protección ambiental, generando preocupación entre expertos y ambientalistas del archipiélago. En la siguiente nota te comentamos todos los pormenores ligados con esta drástica situación.
Los mandatos de Trump que afectan a Puerto Rico
Las nuevas políticas establecidas por la Casa Blanca tienen implicaciones directas para Puerto Rico, un territorio que ya enfrenta desafíos ambientales significativos. Desde la retirada del Acuerdo de París hasta la eliminación de subsidios para energías renovables, las siguientes decisiones podrían agravar la vulnerabilidad de la isla ante fenómenos climáticos extremos y afectar su capacidad de recuperación ante desastres naturales.
Salida del Acuerdo de París y consecuencias para Puerto Rico
Una de las órdenes más impactantes es la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París, lo que elimina su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050. Este cambio no solo permite un aumento en la contaminación, sino que también deja de lado la contribución del país al fondo internacional que ayuda a las naciones en desarrollo a adoptar energías renovables.
Para Puerto Rico, esta medida supone un riesgo mayor, ya que el cambio climático ha intensificado la frecuencia y severidad de eventos meteorológicos extremos. En 2024, huracanes como Beryl, Helene y Milton causaron daños millonarios y numerosas víctimas en la región. A su vez, el aumento de las emisiones de dióxido de carbono y metano acelerará la subida del nivel del mar, afectando a comunidades costeras que ya pierden metros de playa cada año.
Esto también pondrá en peligro infraestructuras críticas y aumentará las olas de calor extremo, afectando especialmente a niños y adultos mayores.
Restricciones a las energías renovables y promoción de combustibles fósiles
Otra orden ejecutiva clave prohíbe la construcción de nuevas instalaciones de energía eólica marina y, en su lugar, fomenta la generación de energía nuclear mediante la instalación de mini reactores en todo el país. Para Puerto Rico, esto representa un gran obstáculo, ya que la isla cuenta con limitaciones territoriales y su alta actividad sísmica hace que la energía nuclear sea un riesgo considerable.
Adicionalmente, Trump ha declarado una emergencia energética que solo beneficia a fuentes de energía fósil y ha eliminado los subsidios para el desarrollo de energías renovables. Estas decisiones no solo retrasan la transición hacia energías limpias en EE. UU., sino que también afectan a Puerto Rico, aumentando su dependencia de combustibles fósiles y, en consecuencia, las emisiones de carbono y el calentamiento global.
Un futuro incierto: riesgos para la infraestructura y respuesta ante desastres
Las políticas federales están generando preocupación en Puerto Rico, ya que la isla podría sufrir un impacto desproporcionado en comparación con los estados continentales. La eliminación de regulaciones ambientales y el aumento en el uso de combustibles fósiles agravan la vulnerabilidad de su infraestructura.
El huracán María, que azotó Puerto Rico en 2017 como una tormenta de categoría 4, dejó consecuencias devastadoras: un apagón total de más de tres meses, redes de comunicación y suministro de agua gravemente afectadas y más de 3,000 muertes indirectas. Investigaciones han demostrado que las lluvias extremas durante el huracán fueron cinco veces más probables debido al cambio climático, lo que resalta la importancia de medidas preventivas.
A esto se suma una posibilidad alarmante: la administración Trump está evaluando la eliminación de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Si esto ocurre, la asistencia federal en casos de desastres se dirigiría exclusivamente a los estados, dejando a Puerto Rico en una situación de vulnerabilidad extrema. FEMA ha sido clave en la recuperación de la isla, ayudando a reparar carreteras, puentes y sistemas de agua. Sin estos fondos, la recuperación tras futuros desastres naturales sería prácticamente imposible.
Puerto Rico busca soluciones: un plan de resiliencia ante las posturas de Trump
Ante este panorama, Puerto Rico ha tomado la iniciativa de prepararse para los desafíos. El Comité de Expertos y Asesores en Cambio Climático ha desarrollado un Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático, que busca fortalecer la infraestructura de la isla y reducir la vulnerabilidad ante eventos extremos.
Desde abril de 2024, este plan se encuentra en discusión en la legislatura puertorriqueña, y su aprobación es crucial para garantizar la viabilidad de la isla en un contexto de creciente incertidumbre ambiental. A medida que la nueva administración en Washington promueve el uso de combustibles fósiles y debilita las regulaciones ambientales, Puerto Rico deberá tomar medidas estratégicas para proteger su futuro.