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Dato curioso de Tokio 2020: ¿Por qué los atletas muerden sus medallas?

¿Por qué los atletas muerden sus medallas tras ganar? ¿Qué hay detrás de este singular acto? Eso y más en esta nota.

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Tokio 2020 medallas curiosidades juegos olímpicos | Composición Líbero | AFP

Estimado lector, seguro habrá visto en los Juegos Olímpicos ver a los competidores alzarse en el podio y seguido de ello darle un mordisco a las medallas. ¿Le parece curioso? Este acto nos remontará a tiempos pasados y traerá conclusiones del porqué lo hacen los atletas hoy en día y que no dudamos lo harán también en Tokio 2020. Empecemos.

¿De qué están hechas?

Aunque parezca absurda la pregunta, la presea de oro no está hecha de oro. De hecho, está compuesta por 494 gramos de plata y apenas 6 gramos de oro. Este contenido encaja en los 6milimetros que mide la medalla que se lleva cada competidor y la termina mordiendo -o simula- para la foto en el podio. Otra de las cosas que hay que saber sobre los Juegos Olímpicos es que en las competiciones antiguas no se entregaban algún distintivo, tan solo una corona de oliva. Esto, según, porque los atletas no competían por algo sino más bien por el honor.

Todo cambió en los Juegos Olímpicos modernos pues ya en 1896, en Atenas, empezaron a entregar medallas. Si usted creía que era oro, plata y bronce pues se equivoca. En esos años se entregaba la medalla de plata para el ganador y bronce para el segundo lugar. Todo cambió en 1904, Juegos Olímpicos realizados en Saint Louis, Estados Unidos.

¿Por qué las muerden?

No hay una razón exacta, lo que sí es que en tiempos antiguos se mordían las monedas para reconocer si era verdadera o falsa y esto también se dio en los Juegos Olímpicos. Además, hay una razón que se explica del porqué se entregan ahora 3 medallas: según la mitología griega, los metales entregados representan la edad del hombre.

  • Oro: edad de los dioses
  • Pata: edad de la juventud
  • Bronce: edad de guerras y héroes

Por último, las medallas tienen un valor -por metal- de 500 dólares. Sin embargo, para el atleta tiene un valor inigualable, es la gloria. Solo en alguna ocasión, una medalla fue puesta en subasta y fue del estadounidense Jesse Owens que terminó en un valor de 1,470,000 dólares. No cabe duda que los Juegos Olímpicos es un traspaso por la historia y recorres sus caminos es encontrarse también con curiosidades inimaginables.