Hacer un juego “Souls-like” es algo a lo que pocos se arriesgan por temor a equivocarse ya que la valla de este tipo de juegos, sobre todo después de haber tenido un título de la magnitud y calidad de Sekiro: Shadows Die Twice este mismo año, es bastante alta. Aún así, Bandai Namco Studio decidió arriesgarse con una nueva IP.
Code Vein tiene interesantes ideas y trata de explotarlas aunque no todas funcionan de la manera esperada.
Después de más de 40 horas de juego te comento cuáles son, en mi opinión, las mejores y peores cosas que nos deja el título de Bandai Namco.
Su jugabilidad y modos de edición de personaje.
Pasé prácticamente dos horas creando y luego tratando de decidir con cuál de mis personajes creados empezaría a jugar. Algo que puede atrapar a los que nos encanta la personalización en los RPG.
La cantidad de elementos personalizables es bastante variada para un juego de este tipo. Además cuenta con un estilo gráfico tipo anime, muy parecido al que tienen juegos como God Eater, lo que le da un aspecto un poco “cute” que contrasta con la ambientación postapocalíptica.
Lo mejor de esto es que si no tuviste tiempo de terminar de ajustar todo lo que quisiste o si simplemente te arrepientes de algún accesorio, puedes regresar a la base y cambiarlas del modo que prefieras.
Por otro lado, aunque hay algunos cambios como los movimientos especiales y la posibilidad de cambiar de estilo de combate cuando queramos (gracias a los códigos de sangre), Code Vein es prácticamente una réplica de jugabilidad de juegos como Dark Souls 3 o Bloodborne. Podríamos criticarlos por falta de ideas pero si cambiar algo parece un riesgo demasiado alto, y parece que no va funcionar como se espera, es mejor dejarlo como está.
Se mantienen mecánicas como la de stamina, que limita tus acciones de ataque y defensa; la de parry para bloquear y devolver golpes a los enemigos además de que se siente el efecto del peso de las armas.
Todo esto se siente bastante bien logrado y hasta aquí, uno no extraña jugar los títulos de From Software pero lo interesante es como lo combinan con elementos propios de otros juegos:
Como sucede en muchos action JRPGs actuales -por poner un ejemplo, YS VIII: Lacrimosa of Dana- varios de los ataques especiales se activan presionando alguno de los gatillos derechos del mando (fue necesario usar uno de Xbox One con la PC) sumado a alguno de los botones frontales. Estos movimientos incluyen ataques especiales, acciones reforzadoras, defensivas, entre otros.
Si bien estos movimientos no resultan imprescindibles, salvo en luchas contra jefes, le dan un toque personal a Code Vein para que no se sienta tanto como un simple clon de otros juegos.
La dificultad del juego es lo menos “Souls” que tiene. Y no necesariamente son malas noticias.
Para quienes deseen un mayor nivel de dificultad, Code Vein no se trata un desafío mayor al de otros juegos de su tipo. Esto podría resultar algo decepcionante para este grupo. Sin embargo, para la gran mayoría de gente, una dificultad más accesible podría motivar a quienes no soportan las múltiples frustraciones que te pueden hacer sentir juegos como Dark Souls o Bloodborne a darle una nueva oportunidad al género.
El método usado fue bastante simple: en lugar de hacer ajustes a la inteligencia artificial y a las mecánicas de ataque, se añadió un compañero que estará durante todas las batallas hasta que sea derrotado.
Es como tener un compañero invocado casi siempre que no te abandonará y que no depende del internet para estar ahí.
Otro aspecto regular es el técnico:
Si bien la mayoría del tiempo el juego corre a 60 fps constantes en PC con características medias (Core i5 6600k + GTX 1070 + 16 GB RAM DDR4), por momentos tiene ligeras caídas de framerate. Lo que evidencia que esta versión simplemente fue un port de consolas. Tal es así que incluso debes buscar una configuración de mando en Steam antes de poder jugar, ya que por default el control es el teclado.
La historia es tan cliché como de un anime convencional.
Sin duda el aspecto decepcionante de Code Vein es su historia. El planteamiento de salvar el mundo en un contexto postapocalíptico, si bien es bastante común, puede generar ideas interesantes y giros en la trama que mantengan el interés del jugador.
Lamentablemente, en Code Vein, esto queda en infructuosos intentos y en determinados momentos ni siquiera llega a eso. En ocasiones veremos algunas mini historias secundarias que, a pesar de llamar mi atención por momentos, se van diluyendo en una trama que no las integra para nada. De este modo, uno puede terminar jugando más por inercia que por interés en develar los secretos de la historia.
Siempre y cuando no esperes un desafío exasperante o una profunda y envolvente historia. Code Vein es una interesante alternativa que te prepara para entrar al mundo de los videojuegos “Souls-like”. Su combate es un buen calco de otros juegos similares, por lo que también es recomendable si buscas un juego en el que no desees solo mashear botones a lo loco sino calcular cada golpe para no morir de dos.
Visualmente, el estilo anime también es atractivo si te gustaron juegos como God Eater.
Personalmente lo he encontrado bastante entretenido por momentos, sobre todo cuando hacía exploración y combate. Aunque, si hablamos de profundidad de historia, resulta ser uno de los juegos que podría postergar por un tiempo para terminarlo. Probablemente sea más razonable esperar al Black Friday a ver si baja de precio.
Temperatura: 70°
Por: Por Erich García Tafur
Nota: El presente review de Code Vein fue realizado con un código de descarga digital para PC (Steam) provisto por Bandai Namco Latinoamérica.