En la siguiente nota te explicamos si un inmigrante puede tener rápido la Green Card de casarse con alguien que ya tenga una. Más detalles aquí.
Únete a nuestro canal de WhatsApp¡Imagina tener la oportunidad de vivir y trabajar legalmente en Estados Unidos de forma permanente! Quienes obtienen la Green Card disfrutan de este increíble privilegio, al haber adquirido su residencia permanente de manera legal. ¿Sabías que una de las formas más rápidas y efectivas de obtener esta tarjeta es mediante el matrimonio con un ciudadano estadounidense o un residente permanente?
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Si eres cónyuge de alguien con este estatus, podrías ser el siguiente en conseguir tu Green Card. Y si ya estás viviendo en los EE. UU., podrías ajustar tu estatus con USCIS y dar el paso hacia una nueva vida. El sueño americano está más cerca de lo que piensas. En esta nota te explicamos más sobre este tema.
Si estás casado con un residente permanente legal, puedes ser elegible para una Green Card. Tu cónyuge debe presentar el formulario I-130 para demostrar su estatus y tu relación matrimonial. Asimismo, ten en cuenta que USCIS otorga inicialmente una residencia permanente condicional válida por dos años. Si has estado casado al menos dos años antes de la entrevista, la Green Card será permanente. Solo tendrás proporcionar evidencia de convivencia y matrimonio genuino durante ese tiempo.
Obtener una Green Card por matrimonio puede tomar hasta 56 meses si tu cónyuge es un residente permanente legal. Este tiempo varía según factores como tu lugar de residencia. Los cónyuges de ciudadanos suelen completar el proceso más rápido, en unos 11 meses. Las etapas del proceso incluyen:
Los beneficios de tener una Green Card son numerosos. Como residente permanente legal, puedes vivir y trabajar en los EE. UU. de manera indefinida, disfrutar de acceso a beneficios públicos como asistencia médica y protección legal contra la discriminación. Además, tienes la posibilidad de solicitar la residencia para ciertos miembros de tu familia.
Con el tiempo, también puedes optar por la ciudadanía estadounidense, lo que te otorga derechos adicionales, como votar. Aunque no tienes libertad total para viajar como un ciudadano, puedes salir y regresar a EE. UU. sin problemas, siempre que no permanezcas fuera por más de un año.