El número de deportaciones de inmigrantes en Estados Unidos superó con creces el del 2014, siendo el mayor número en una década. Conoce más aquí.
Únete a nuestro canal de WhatsApp¡Se dispararon las deportaciones en Estados Unidos! En el último año fiscal, el país norteamericano alcanzó cifras récord en la expulsión de inmigrantes, marcando el nivel más alto desde 2014. Con una frontera bajo presión y un panorama migratorio cada vez más tenso, las autoridades intensificaron sus esfuerzos.
Siendo así, están centrando las deportaciones en aquellos considerados amenazas para la seguridad del país. ¿Qué presidente logró el mayor número de deportaciones masivas? ¿Qué se opina al respecto de esta medida? En esta nota te contamos todos los detalles.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos revela que bajo la administración de Biden, se llevaron a cabo 271.484 deportaciones durante el último año fiscal, superando las cifras de deportaciones en los dos años anteriores de su mandato.
Aunque el presidente electo Donald Trump ha sido una figura prominente en la promoción de políticas de deportación masiva, los datos del ICE muestran que la administración Biden, aunque con enfoque distinto, logró llevar a cabo un número significativo de deportaciones.
Se destacan varios puntos clave en las deportaciones bajo la administración de Joe Biden. En primer lugar, el enfoque en la seguridad ha sido uno de los pilares de las políticas migratorias. La prioridad ha sido deportar a inmigrantes que representen una amenaza para la seguridad pública y nacional, lo que difiere considerablemente de los planes de la administración anterior, que apostaba por deportaciones masivas, sin un enfoque tan específico.
Sin embargo, estos esfuerzos no han estado exentos de desafíos logísticos y recursos limitados. A pesar de las intenciones de intensificar las deportaciones, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha tenido que operar con recursos insuficientes, lo que ha dificultado el cumplimiento de sus objetivos.
Un aspecto importante es que aproximadamente un 32% de las deportaciones realizadas fueron de personas con antecedentes penales, lo que resalta el enfoque en aquellos inmigrantes que suponen un peligro directo para la sociedad. Este dato refleja una estrategia centrada en la seguridad pública, en contraste con la deportación de inmigrantes sin antecedentes criminales, un tema que sigue siendo controversial.
A pesar de las cifras elevadas de deportaciones en Estados Unidos, existen dificultades adicionales que complican el proceso. Muchas personas con órdenes finales de deportación no pueden ser enviadas de vuelta a sus países de origen debido a obstáculos diplomáticos o por la posibilidad de que aún cuenten con algún tipo de alivio migratorio en el sistema.