El ICE adopta una nueva estrategia de redadas en ciudades santuario, enfocándose en inmigrantes con antecedentes graves y familias con órdenes de deportación pendientes.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha implementado una nueva estrategia de redadas en Estados Unidos, enfocada en ciudades santuario. Esta táctica se dirige a la captura de inmigrantes con antecedentes graves y familias con órdenes de deportación pendientes.
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Tradicionalmente, el ICE centraba sus operaciones en individuos con delitos graves. Sin embargo, bajo la administración actual, la agencia ha ampliado su enfoque para incluir a familias completas y menores no acompañados con órdenes de deportación pendientes. Esta ampliación ha generado preocupación en las comunidades inmigrantes, especialmente en las ciudades santuario.
Para llevar a cabo estas redadas, los agentes del ICE están obteniendo órdenes judiciales que les permiten ingresar a domicilios privados y realizar arrestos directamente en los hogares. Esta práctica ha generado controversia y críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos, que temen un aumento en las separaciones familiares y posibles violaciones de derechos.
Ante esta situación, es fundamental que los inmigrantes conozcan sus derechos. Si agentes del ICE intentan ingresar a una vivienda, los residentes tienen el derecho de solicitar una orden judicial firmada por un juez federal. Sin una orden válida, no están obligados a permitir la entrada. Se recomienda mantener la calma, documentar la situación y contactar a un abogado especializado en migración para recibir asesoría legal adecuada.
Estas medidas han generado críticas y preocupaciones respecto al trato de los detenidos y los costos asociados al programa. Organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su inquietud por el impacto en las familias y el posible aumento de separaciones familiares. A medida que avanzan estas estrategias, se espera que los operativos del ICE continúen en diversas regiones del país, afectando a miles de inmigrantes indocumentados.
La implementación de esta nueva estrategia por parte del ICE representa un cambio significativo en las políticas migratorias de Estados Unidos, con implicaciones profundas para las comunidades inmigrantes y el debate nacional sobre la inmigración.
