Los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) emplean una táctica distinta para detener a los inmigrantes con fines de deportación.
Las políticas migratorias en Estados Unidos se vuelven cada vez más estrictas. El presidente Donald Trump ha ordenado la expulsión diaria de 3,000 inmigrantes, lo que ha llevado al ICE a intensificar y ampliar sus operativos. Las detenciones ya no se realizan solo en calles o estaciones de tránsito, sino también en tribunales, reflejando un enfoque más agresivo en la aplicación de las leyes migratorias a nivel nacional.
Como parte de su estrategia más rigurosas contra los inmigrantes, ICE ha comenzado a implementar una nueva táctica: las detenciones dentro de los tribunales en distintas partes del país. En Arizona, oficiales locales detuvieron a un inmigrante justo en la entrada de la corte, según muestran videos difundidos en redes sociales. En Maryland, otro fue esposado en pleno pasillo del juzgado de Hyattsville y retirado del edificio bajo custodia. Estas escenas reflejan el creciente alcance de las políticas migratorias en Estados Unidos.
Situaciones similares se han reportado en otros estados como Virginia, Pensilvania, Illinois, Nueva York y California. Todo esto ocurre después de que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) eliminara una normativa que limitaba la aplicación de leyes migratorias en tribunales y sus alrededores. Con esta derogación, los agentes de ICE ahora pueden actuar según su "sentido común", lo que ha generado preocupación entre defensores de los derechos de los inmigrantes y sectores judiciales.
Un caso que ha generado mayor atención es el de Dylan, un joven de 20 años nacido en Venezuela y residente del Bronx. Asistió puntualmente a su audiencia de inmigración en un tribunal de Manhattan, sin antecedentes penales, pero aun así fue capturado por agentes de ICE. Según sus abogados, estaba matriculado en Ellis Preparatory Academy con planes de ingresar a la universidad. El Departamento de Seguridad Nacional sostiene que Dylan entró ilegalmente al país y que su proceso de expulsión se inició durante la administración Biden, en 2021.
Otra situación es el de un joven mexicano de 21 años que ingresó legalmente a Estados Unidos en septiembre de 2023, utilizando la aplicación CBP One. Su abogada, Vanessa Manzi, logró evitar que fuera detenido por ICE al recomendarle no asistir a su audiencia, luego de notar que la hora había sido adelantada sin previo aviso. “Ahí entendí que el oficial quería que mi cliente fuera en la mañana para arrestarlo, porque él pertenece al grupo de inmigrantes con menos de dos años en el país, y quieren deportarlo de forma expedita”, explicó Manzi.
Casos como estos reflejan que las políticas migratorias impulsadas durante el mandato de Donald Trump siguen vigentes, y que las autoridades están decididas a hacerlas cumplir con firmeza. Sin embargo, abogados y organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes advierten que estas prácticas podrían violar el debido proceso. Además, denuncian que generan un clima de miedo entre los indocumentados, quienes, por temor a ser detenidos, están dejando de acudir a sus propias audiencias judiciales.