Numerosos manifestantes se acercaron a las oficinas de ICE en San Francisco para expresar su sentir; las autoridades detuvieron a 60 personas.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) ha intensificado las redadas y detenciones de inmigrantes. Diversas organizaciones han denunciado arrestos sin el debido proceso, lo que ha provocado disturbios y el lanzamiento de objetos contra las autoridades. En respuesta, los oficiales en California detuvieron a 60 personas, mientras continúan las manifestaciones.
Una protesta contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas se transformó en una batalla campal en las calles de San Francisco, California. El lunes 9 de junio a las 6 p. m., los ciudadanos comenzaron la manifestación frente a las oficinas de ICE en la calle Sansome, en rechazo a los recientes arrestos de inmigrantes en la ciudad. La situación se tornó tensa cuando testigos advirtieron la llegada de camionetas policiales con efectivos antidisturbios.
Durante la marcha se escucharon cánticos como: "¿A quién protegen? ¿A quién sirven?" y "¡Ustedes también tienen que ponerse de pie!", coreados por los manifestantes. La protesta se tornó caótica y violenta cuando algunos participantes comenzaron a lanzar botellas de vidrio y huevos. Ante esta situación, la policía respondió cercando el perímetro y declaró ilegal la reunión a las 7:33 p. m.
Tras esto, los agentes comenzaron a golpear y detener a varios manifestantes. Spear Minth, un testigo de 35 años, comentó lo sucedido: "Simplemente parecían enojados. No esperaba que se volviera violento". De acuerdo con un medio local, las siguientes dos horas se centraron en dispersar a la multitud, y la mayoría de los manifestantes se movilizaron hacia el centro de la ciudad.
A las 11 de la noche, los agentes del orden rodearon a un grupo de personas en la zona de Montgomery y procedieron a arrestarlas. El operativo se extendió hasta las 2 de la madrugada del martes 10 de junio. Según la policía, la medida respondió a los actos violentos y a los daños físicos y materiales ocasionados durante la protesta. El alcalde Daniel Lurie respaldó los arrestos en un comunicado, señalando que la manifestación se transformó en un "comportamiento violento y destructivo".
De acuerdo con informes oficiales, 60 personas fueron detenidas tras confirmarse diversos daños durante la protesta, al punto de que dos agentes policiales tuvieron que ser trasladados al centro médico más cercano. Un sargento del lugar informó que la mayoría de los detenidos recibirá una citación y será puesta en libertad.