Texas busca reforzar sus operativos fronterizos con nuevas estrategias para intensificar las redadas y detenciones de inmigrantes que ingresan a Estados Unidos.
Estados Unidos mantiene su política de restricción al ingreso de inmigrantes. Pese a los operativos y redadas encabezados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el gobierno considera necesario aplicar nuevas medidas. Ante ello, el estado gobernado por Greg Abbott anunció la redirección de recursos estatales hacia las fuerzas migratorias y sus operativos de seguridad, relegando a un segundo plano la ampliación del muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
Según medios locales, el nuevo presupuesto aprobado en junio dejó fuera la ampliación del muro fronterizo con México. Aunque en 2021 el gobernador de Texas, Greg Abbott, afirmó que este proyecto era una prioridad en su agenda, el Congreso estatal optó por redirigir los recursos hacia operativos de seguridad, marcando así un cambio en el enfoque migratorio del estado.
El nuevo plan contempla una inversión de $3400 millones de dólares destinados a reforzar la seguridad fronteriza. Estos fondos se repartirán entre el Departamento de Seguridad de Texas y la Guardia Nacional Estatal, con el objetivo de continuar y fortalecer la Operación Lone Star, puesta en marcha en 2021.
Hace dos años, el presupuesto para seguridad fronteriza fue de $6500 millones. La reducción en la inversión actual responde a estadísticas que muestran una baja en el ingreso de inmigrantes por esta vía. Sin embargo, no se descarta la finalización del tramo de muro ya planificado. La agencia Texas Facilities Commission aún dispone de $2500 millones y prevé construir 135 kilómetros adicionales antes de 2026. Así lo confirmó en abril de 2025 su director ejecutivo, Mike Novak.
Aunque el gobernador de Texas había prometido construir cientos de kilómetros de muro fronterizo, hasta ahora solo se han completado 104 kilómetros. El avance ha sido lento en los últimos cuatro años debido a obstáculos como la compra de terrenos privados y la oposición de familias locales, lo que ha frenado el desarrollo de la obra.
Greg Abbott justificó la pausa en la ampliación del muro fronterizo, señalando que sigue alineado con las políticas establecidas por el expresidente Donald Trump. Por su parte, el vocero del estado, Andrew Mahaleris, afirmó que la administración local ha cumplido con el control fronterizo y las expulsiones de inmigrantes con antecedentes criminales. "Debido a estos recursos federales renovados en Texas, el estado puede ahora ajustar aspectos de su estrategia de seguridad fronteriza financiada con fondos estatales", declaró.