Con la cercanía de la fecha de vencimiento del TPS en Estados Unidos, muchos inmigrantes temen perder su derecho a residir y trabajar en el país americano.
El Estatus de Protección Temporal (TPS) para los ciudadanos de Honduras y Nicaragua que residen en Estados Unidos finalizará el próximo 5 de julio, según ha informado el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS). Esta decisión ha generado gran preocupación entre los beneficiarios, quienes dependen de este estatus para mantener su legalidad en el país americano. ¿Quiénes serán los más perjudicados?
Recientemente, Kristi Noem, la actual secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), decidió revocar la cancelación de la designación de Honduras y Nicaragua al TPS. Vale precisar que esta acción, anunciada el 5 de junio de 2018, había otorgado una extensión inicial de 18 meses.
La prórroga vigente, que abarca desde el 6 de enero de 2024 hasta el 5 de julio de este año, permite a los beneficiarios actuales conservar su estatus en EE. UU. siempre que se cumplan con los requisitos establecidos. Asimismo, es bueno mencionar que, para los ciudadanos nicaragüenses y hondureños, el período de protección se extendió desde el 6 de noviembre de 2023.
Ahora, con la situación que se vive en el país americano, más de 55.000 hondureños enfrentan una situación de incertidumbre respecto a su futuro una vez que el TPS finalice.
Cecilia Rodríguez, presidenta de la Alianza Hondureña Los Ángeles, ha expresado su preocupación por la situación de trabajadores que cuentan con el TPS. Según Rodríguez, algunos de estos empleados han recibido notificaciones de sus jefes, advirtiéndoles que, si no se logra la extensión del TPS antes del 5 de julio, podrían enfrentar la pérdida de sus puestos de trabajo.
La líder comunitaria subrayó que los empleadores están inquietos ante la posibilidad de sanciones por la contratación de personal sin documentos.