En un entorno minorista cada vez más competitivo, dominado por gigantes como Walmart y Costco, una noticia impacta al sector de supermercados en EE. UU.
Ante la difícil situación económica que atraviesa Estados Unidos, Kroger ha tomado la dura decisión de cerrar 60 de sus tiendas en el país. La medida, que se implementará gradualmente en los próximos 18 meses, busca ayudar a la empresa a adaptarse a la nueva realidad financiera. Para reducir el impacto en sus trabajadores, la cadena tiene previsto reubicar al personal afectado en otras sucursales, según informó Telemundo Chicago.
Aún no se han determinado las ubicaciones específicas de las 60 tiendas que cerrarán, pero se espera que estén distribuidas en todo el territorio estadounidense. Telemundo confirmó que los empleados de las tiendas afectadas recibirán apoyo para su reubicación en otros establecimientos de la cadena.
La compañía, que cuenta con 2.731 tiendas en 35 estados y el Distrito de Columbia, está llevando a cabo un proceso de reorganización. Ronald Sargent, presidente y CEO interino de Kroger, destacó que el objetivo es trasladar la demanda de las tiendas que dejarán de operar hacia puntos de venta más sólidos, lo que debería contribuir a mejorar la rentabilidad de la empresa.
Ronald Sargent afirmó que esta reestructuración es una oportunidad para mejorar la rentabilidad de la empresa, trasladando las ventas de las tiendas cerradas a otros establecimientos más sólidos.
Michael Ryan, experto en finanzas, explicó que estos cierres no son decisiones aleatorias, sino amputaciones estratégicas de unidades no rentables. Factores como el aumento de salarios, la inflación en las cadenas de suministro y el avance del comercio electrónico han afectado los márgenes de las empresas minoristas.
Además, los cambios en los hábitos de consumo tras la pandemia han hecho que el comercio físico sea menos viable para muchas compañías.