Desde 1906, EE. UU. puede quitar la ciudadanía por fraude, aunque los casos son raros; ahora busca incrementar las revisiones y desnaturalizaciones.
La inquietud entre los inmigrantes que ya obtuvieron la ciudadanía americana se ha intensificado después de que The New York Times informara sobre posibles políticas más estrictas para revisar casos de naturalización sospechosos de fraude.
Según los reportes, la administración del presidente Donald Trump estaría impulsando iniciativas para identificar y, en ciertos casos, revocar la ciudadanía de personas que habrían obtenido beneficios migratorios de manera irregular.
De acuerdo con The New York Times, que tuvo acceso a documentos internos de la Agencia de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), la entidad recibió instrucciones para intensificar la búsqueda de casos de desnaturalización.
Esto implica iniciar procesos legales contra personas cuya ciudadanía podría haber sido obtenida mediante falsedades o engaños durante su proceso de naturalización.
La guía interna, recientemente enviada a las oficinas de USCIS en todo el país, busca identificar entre 100 y 200 casos mensuales de ciudadanos naturalizados que podrían enfrentar procedimientos legales.
Según un vocero de la agencia, esta estrategia forma parte de un esfuerzo por combatir el fraude migratorio, enfocándose principalmente en situaciones ocurridas durante administraciones anteriores. La agencia evitó ofrecer cifras exactas, pero dejó claro que la acción se centrará en quienes hayan proporcionado información falsa o engañosa.
Según la abogada de inmigración Kathia Quirós, consultada por Telemundo, estos procedimientos no son rápidos ni sencillos. "Después de que la oficina de inmigración determina que una persona debe ser desnaturalizada, se inicia un proceso en tribunales federales, y son casos que pueden tardar años", explicó la especialista.
Quirós también cuestionó la viabilidad de cumplir con la meta mensual de USCIS, debido a la complejidad legal y al tiempo que requieren estos juicios. Los grupos más vulnerables serían aquellos con evidencia clara de fraude migratorio, como:
La abogada enfatizó que no se trata de errores menores, sino de información determinante que influyó en la aprobación de la ciudadanía. Este anuncio ha generado inquietud entre miles de inmigrantes naturalizados, quienes ahora se preguntan sobre la seguridad de su estatus y cómo las nuevas políticas podrían afectar su vida en Estados Unidos.