El divorcio Cristiano Ronaldo-Real Madrid continúa desnudando las consecuencias de una relación que quizás nunca debio romperse. Si a principios de temporada el uno se sentía seguro de vivir sin el otro, el tiempo y la distancia se encargaron de reafirmar que ambos se necesitan mutuamente.
A principios de campaña Real Madrid decidió vender a su principal estrella presionado por el deseo del astro luso de tonmar nuevos rumbos. La “Casablanca” creyó no necesitar de sus goles para mantenerse en la cúspide de Europa, craso error pues fracasó en su intento de defender la corona al ver una temprana eliminación en los octavos de Champions League.
Al mismo tiempo Cristiano sacaba las credenciales de goleador en la Serie A pero en la Liga de Campeones mordió también el polvo de la derrota en cuartos y tuvo que despedirse de la competencia con tan solo seis goles. Una producción muy pobre a comparación del promedio que acostumbraba producir para los “merengues”.
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Como se sabe, Ronaldo recibió el apodo de “Mr. Champions” -además de por sus cuatro “orejonas” en los ultimos cinco años- gracias a su cuota goleadora de las últimas siete ediciones. Desde la temporada 2011-2012, “Cris” nunca bajó de los 10 goles en la Copa de Europa, lo que evidencia un rotundo fracaso en su intento de comparar a la Juventus con el Real Madrid.