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Raheem Sterling (Manchester City), Tyrone Mings (Aston Villa) y Marcus Rashford (Manchester United) fueron instigados por un sector de la fanaticada de Bulgaria. Aunque no fue el único acto hostil que se presentó contra los jugadores de Inglaterra, pues a la hora de entonar los himnos también hubo una serie de pitidos. El ambiente no era el mejor para practicar al fútbol.
Ante esta situación, algunos hinchas búlgaros fueron retirados, aunque eso no detuvo su negativo accionar, pues hasta realizaron saludos nazis. En cierto momento, la Selección Inglesa parecía no completar los 90 minutos, aunque finalmente si lo hicieron, llevándose la contundente victoria de 6-0, aunque era obvio que una queja sería levantada ante la UEFA.
El máximo ente rector del fútbol en Europa actuó de inmediato y ha dado a conocer su posición respecto al caso. “Se han abierto procedimientos disciplinarios después del partido de las eliminatorias europeas entre Bulgaria e Inglaterra, jugado el 14 de octubre”, se puede leer en el comunicado enviado. Inicialmente, el estadio sería sancionado para no tener actividad deportiva.
Los cargos son “comportamiento racista (cánticos, saludos nazis). Lanzar objetos. Interrupción del himno nacional”. La complicada situación también llevó a que Borislav Mihaylov, presidente de la federación búlgara de fútbol, renuncie a su cargo. El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ha vuelto a señalar su posición contra los casos de racismo, buscando el apoyo de todas las personas.