“Me hubiera gustado que Édison Flores continúe jugando en la “U” en lugar de irse a Dinamarca”, señaló hace poco más de una semana Ricardo Gareca, técnico del seleccionado nacional.
Y el “Tigre” no lo dijo con todas sus palabras, pero era claro para él, que la liga danesa no aportará mucho en el crecimiento futbolístico de “Orejas”. A Gareca no le gustó para nada esa transferencia, la misma que no pudo evitar como sí la de Raúl Ruidíaz cuando estuvo a sola firma de irse a Tailandia.
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Y es que de Dinamarca no se sabe mucho, casi nada. Son esas ligas poco atractivas futbolísticamente hablanco. Pero no es la única. No es la más exótica.
Si repasamos a lo largo de la historia, hay muchos futbolistas peruanos que emigraron a ligas extrañas, ajenas al conocimiento del hincha peruano. Por ejemplo, Rinaldo Cruzado jugó en Irán y Juan Diego Gonzales Vigil en Georgia. Extraño, no?
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Ligas como las de Aruba, Puerto Rico, Nueva Zelanda, Corea, Kuwait, Eslovaquia, Panamá, Bulgaria, Kazajistán, Rumania y hasta Liechtenstein y Hong Kong han albergado jugadores peruanos.
Seguramente, otras ligas así de desconocidas seguirán abriendo sus puertas a jugadores nacionales que, por el deseo de jugar en el exterior, aceptarán gustosos, y, en otros casos, porque la oferta es muy buena, igual se marcharán.
EL DATO
El primer futbolista peruano que jugó en una liga lejana, “extraña” y poco atractiva fue José Agüero, quien se marchó a Cuba, en 1940, para defender al Juventud Asturiana. Insólito.