Fue el otro gran protagonista de la final del Mundial de Clubes. Sergio Ramos fue el partícipe de la jugada más polémica del Real Madrid-Kashima Antlers, el capitán debió haberse ido expulsado por segunda amarilla tras una falta clara sobre Kanazaki.
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Ramos, luego de los festejos, declaró a la prensa y confesó que pensaba que se iba a las duchas antes de tiempo.“La primera (amarilla) ha sido muy muy rigurosa para mi manera de entender el fútbol, no la habría sacado, pero la segunda ya tenía ganas de que la suerte cambiara un poco de cara los árbitros hoy me ha tocado por ahí”, indicó el jugador de la selección española.
El zaguero merengue graficó con estas palabras el momento en el que el árbitro de Zambia, Janny Sikazwe, hizo el movimiento de sacar la segunda amarilla, pero luego desistió. “Le vi las orejas al lobo y cuanto antes te quites de en medio mejor”, expresó.
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Finalmente, el ibérico reconoció que el elenco japonés los hizo trabajar bastante. "Ha sido difícil, un equipo que lo ha puesto complicado, nos ha llevado a la prórroga, nos ha hecho sufrir, le han metido mucha intensidad y han sabido aprovechar sus ocasiones, pero por encima de todo orgulloso de poder cerrar el año con otro título más. Es un premio al trabajo”, puntualizó.
EL DATORamos tiene contrato con el Madrid hasta el 2020.