En el Día del Padre recordamos algunos de los casos de futbolistas que llegaron a jugar junto a sus hijos a nivel profesional; ya sea en Perú, Brasil, Paraguay o hasta de Islandia se registran estos emotivos eventos deportivos que hablan de estos lazos familiares.
En el fútbol profesional se registran pocos casos de padres que hayan jugado por sus hijos, por una cuestión de edad es poco probable que se den estos eventos. Aunque hay que resaltar que si el deportista lleva una vida saludable y llevadera puede jugar hasta pasado los 40 años y así darse la oportunidad de jugar con sus retoños. De ese modo, empezamos la lista:
El campeón del mundo del 2002 y ex 10 de Brasil, Rivaldo, llegó a compartir a nivel profesional con su hijo durante un encuentro de la liga de Brasil. Él llegó a jugar con Rivaldinho en el Mogi Mirim de la segunda división.
En el año 2008 uno de los casos particulares fue el que se dio en Cienciano del Cusco, Juan Carlos Bazalar llegó a jugar junto a su hijo Alonso en un duelo ante Juan Aurich. Curiosamente, ambos integraron la volante central del cuadro 'Imperial'.
Con 42 años, el argentino Alberto Acosta se dio la chance de jugar con su menor hijo Mickael. Esto sucedió en Fénix de la Nacional B de Argentina y quedaron en la historia del fútbol por esta razón.
Un caso muy extraño se dio con los islandeses Arnos y Eidur Gudjonhsen pues el hijo (Eidur) fue el reemplazo de su padre (Arnos) en un encuentro de la misma Selección de Islandia.
Otros casos que se dieron: Christian Giménez y Santiago Giménez en la Liga MX jugando por Cruz Azul o Luis Gregorio Gallo y Walter Gallo jugando en Bolívar Bolivia, incluso salieron campeón con el club.