El Mundial de Clubes dejó varios momentos icónicos, especialmente durante la premiación; ya que, el presidente de los Estados Unidos no cumplió un protocolo importante.
Donald Trump sorprendió a la afición por su rol que desempeñó en la premiación del Mundial de Clubes 2025, donde cometió un pequeño percance al entregar el trofeo al Chelsea, campeón del certamen. Resulta que, Gianni Infantino le indicó que le acompañe a retirarse y permitiera a los jugadores alzar la Copa, pero el mandatario estadounidense no siguió la instrucción. Este incidente causó asombro y risas entre los campeones, que no se inmutaron a separarlo.
Donald Trump asistió a la final del Mundial de Clubes que se llevó a cabo este domingo 13 de julio en el estadio MetLife en Nueva Jersey. La máxima autoridad de los Estados Unidos no dejó pasar por alto su presencia porque obtuvo un protagonismo destacado entre los presentes. El presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) Gianni Infantino, lo recibió con un cálido gesto y se encargó de guiar a su invitado presidencial.
Cuando el partido finalizó, Infantino invitó al gobernante descender del palco hacia el campo de fútbol, para que se uniera a la coronación de los jugadores y figuras brillantes del torneo. No obstante, cuando los futbolistas del Chelsea se acomodaron para poder festejar entre ellos, Trump no se alejó del centro del escenario y quiso permanecer entre la multitud, pese a la señal que le hizo previamente la autoridad de la FIFA.
Después de unos minutos, Gianni se acercó nuevamente a su acompañante para invitarlo a apartarse y permitir que el campeón pueda continuar con el agasajo y las fotografías. Este acto divertido demostró nuevamente el vínculo extradeportivo que sostienen ambas instituciones en un contexto de cooperación internacional y con un futuro prometedor para el desarrollo del Mundial 2026.
Donald Trump arribó al recinto en un helicóptero acompañado de su esposa Melanie y tuvo varias muestras energéticas de su gusto por el fútbol. La presencia del mandatario marcó un hito en la historia del deporte 'Rey' porque fue el protagonista de la tarde. El estadounidense se encargó de dar los premios a los futbolistas destacados, así como colocar la meda de la terna arbitral.
Unos de los momentos más simbólicos fue cuando estrechó las manos con el entrenador del PSG, Luis Enrique, y le dedicó unas palabras. Seguido de ello, se mostró contento y enaltecido de la sensación que transmitió el campeón de clubes, que quiso ser uno de ellos.