Champions League | No había sido titular en los últimos tres partidos y muchos esperaban que sucediera lo mismo en la finalísima. Sin embargo, Hans-Dieter Flick le depositó toda su confianza y Kingsley Coman no solo no desentonó, sino que fue el autor del tanto que le dio al Bayern Múnich su sexta "Orejona".
El joven de 24 años se mostró muy desequilibrante por la banda izquierda imponiendo velocidad, cambio de ritmo y centros venenosos al corazón del área. Además, casi siempre le ganó el uno contra uno a Kehrer, que hasta ahora debe estar pensando en él.
Eso sí, su gran aporte se vio reflejado en la segunda parte cuando acompañó un ataque de los suyos, se posicionó a las espaldas de sus rivales y, de cabeza, la mandó a guardar.
Kingsley Coman anotó el gol 500 del Bayern Múnich en la Copa de Europa y se convirtió en el noveno francés que rompe las redes en una final tras Leblond, Templin, Hidalgo, Platini, Boli, Desailly, Zidane y Karim Benzema.
PSG se gastó más de mil millones de dólares en refuerzos durante casi diez años con el único objetivo de ganar la Champions League y el gol de la final, que lo dejó con las manos vacías, se lo hizo un jugador salido de sus canteras: Kingsley Coman.
Coman es actualmente el jugador más joven en debutar con camiseta parisina con 16 años, 8 meses y 4 días, pero nunca pudo encontrar la regularidad que quería. Se fue a la Juventus, aunque tampoco logró consolidarse.
Posteriormente fue cedido al Bayern Múnich, donde logró evolucionar como jugador. En 2017 los alemanes pagaron más de 21 millones de dólares para quedarse con su ficha completa y ahora es parte de su historia.