Esperamos 44 largos años y ahora estamos a poco de tocar la gloria continental

Con una enorme sonrisa dibujada en el rostro y probablemente con los ojos inundados de lágrimas producto de la alegría que se rehúsan a salir, ya miramos ilusionados a lo que pueda suceder en el duelo ante Brasil el domingo en una complicada final, instancia a la que no llegábamos hacía 44 largos años.

Aquella vez en 1975, el rival no era el “Scratch” pero también vestía de color amarillo. Era Colombia la selección que se nos puso al frente y sí que nos costó. Tuvimos que ir hasta un tercer partido —jugado en Venezuela— para coronarnos campeones continentales.

Después de interminables lunas tenemos nuevamente la oportunidad de tocar la gloria continental y la tendremos más difícil. Jugamos ante la local, ante la “Canarinha”, el domingo a las 3:00 p.m. en un mítico estadio Maracaná, que en el pasado albergó páginas oscuras del fútbol  brasileño.

Sin importar el resultado, todo el país está orgulloso de este equipo que se encarga de cumplir lo que parece imposible. Primero, fue la clasificación al Mundial tras 36 años y ahora podemos romper una sequía de títulos que se ha alargado por 44 años.

Perú tendrá la oportunidad de cobrarse revancha por lo sucedido en la última fecha de la fase de grupos, cuando Brasil nos goleó por 5-0.

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