El Barcelona de Koeman ya carbura. Tras golear por 4-0 al Villarreal, el equipo del entrenador holandés volvió a dar otra muestra de su poderío y funcionamiento para superar con autoridad al Celta en un campo que era minado para el Barza en los últimos años y pese a jugar con 10 jugadores todo el segundo tiempo.
El Barcelona volvió a presentar la presión tras pérdida y la movilidad de sus atacantes como las mejores credenciales para desequilibrar el bloque del Celta, muy superado en el mediocampo y que apenas pudo contener a Messi, Coutinho, Ansu Fati y compañía.
Tal cual ante el Villarreal, Ansu Fati se encargó de abrir la cuenta luego de sacarse a Aidoo con un magnífico control orientado y una mejor definición con el exterior del pie antes que Murillo alcanzara a cerrarlo.
Philippe Coutinho, elegido MVP del partido, fue uno de las claves del Barcelona y un dolor de cabeza para Renato Tapia, muy superado en su primer gran reto en LaLiga. El brasileño se movió a los costados del peruano y supo activar a sus compañeros, además de generar desequilibrios en la línea defensiva.
Ahora bien, parecía que la suerte del Celta cambiaba con la expulsión de Clement Lenglet al filo del descanso, pero Lionel Messi se encargó de dejar sin opciones de remontarlo al conjunto local.
El "10" del Barcelona se atrevió con aquellas conducciones que hacen tanto daño a las defensas rivales y provocó un autogol, participó en la jugada del 3-0 convertido por Sergi Roberto y hasta le anularon un gol por un riguroso fuera de juego.
Barcelona sumó puntaje perfecto en dos partidos jugados mientras el Celta de Vigo perdió su invicto en LaLiga. El próximo reto del equipo de Ronald Koeman será el Sevilla en el Camp Nou.