Miguel Ángel Russo tomó las riendas de Alianza Lima luego de su visita a Conmebol y acabó la jornada con un almuerzo muy agradable que distrae pero que también endurece lazos en una familia que se fijó ganar todo.
Como buen cabeza de grupo no saca de la mente el almanaque deportivo y pese a la dificultad que contempla cada paso dentro y fuera del país, es optimista respecto al clásico pues hasta sacó un bolígrafo para firmar el triunfo este 15 de abril en la caldera de Matute.
Pero como todo en la vida no es trabajo, Miguel Ángel Russo ayer también la pasó lindo. Comió chita frita, arroz con marisco, causa rellena de pulpa de cangrejo y cevichito. “Esto es un gol olímpico a los 92’ y de visita...”, sentenció. ¡Buen provecho!