Su rostro evidencia las secuelas de la intervención quirúrgica por una hernia dorsal. Pero más que el dolor de la operación, lo que más lacera al técnico es la humillante goleada sufrida por el “Papá” en Chiclayo.
“No debí ver ese partido. La presión me subió. Fue una mala experiencia. Pero gracias a Dios la operación salió bien. Tengo que volver a trabajar porque nos quedan tres partidos con posibilidad de llegar a una Copa Sudamericana”, indicó el “Viejo” Jurado.