China fue el punto de inicio de la pandemia del coronavirus, pero los meses pasaron y finalmente el país empieza a resurgir. Las actividades se detuvieron, por la cuarentena, en busca de frenar la ola de contagio y con el mal controlado, van regresando a la normalidad.
Las vacaciones a nivel nacional, por la Fiesta del Trabajo en China, tendrá una duración de cinco días, del 1 al 5 de mayo, tiempo en el que las personas podrán salir a las calles, pero con extremo cuidado ante la posibilidad de que se presente un nuevo brote de COVID-19.
Tras la detención de las actividades turísticas, finalmente estas fechas festivas servirán para la reactivación de este sector. Y en el primer día de las vacaciones en China, se observó un gran movimiento de personas, aunque con las medidas de precaución debida.
Uno de los puntos de concentración fue la Ciudad Prohibida de Pekín, un atractivo lugar que hasta el año pasado albergaba 80,000 personas diariamente. Ahora, en coordinación de las autoridades sanitarias, solo se ha permitido la venta de solo 5,000 entradas al público.
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La asistencia fue masiva, siempre con la distancia social que sugiere la OMS. No obstante, no fue el único lugar con afluencia de público, pues parques y otros centros también recibieron a gran cantidad de personas. Siempre, todos usando una mascarilla.
De la misma forma, hay encargados que miden la temperatura a los asistentes. El gobierno de China también indicó que es muy probable que gran parte de los ciudadanos solo decida salir a los alrededores de su casa, por miedo del convaleciente país.