Corría el minuto 31 y Sadio Mané cometió una falta contra Tomisayu, y al ver que el técnico de Liverpool reclamó por la entrada, el estratega de Arsenal no tuvo reparos en acercársele a él para decirle de manera eufórica que no debería ni decir nada porque su jugador estaba en falta, algo que el DT alemán no toleró y por poco se van a las manos.