La reciente disposición del mandatario de los Estados Unidos involucra directamente a los atletas y las organizaciones que integra la NCAA.
Donald Trump firmó una orden ejecutiva que busca definir el estatus laboral de los atletas que conforman la Asociación Nacional de Atletismo Universitario (NCAA), ante el debate sobre si deben ser considerados empleados. Entre los puntos más importantes se resaltan la preservación de becas deportivas y la prohibición de pagos de terceros por jugar que funcionan como incentivos por competir.
Esta medida interpuesta por Donald Trump se titula 'Saving College Sports' (que significa Salvando los Deportes Universitarios), es una ordena ejecutiva que no tiene cargo de ley, sino que actúa como una directriz federal. Su propósito es preservar las oportunidades deportivas para estudiantes universitarios. Esto acontece, tras las presuntas irregularidades de las gestiones por transferencias y reclutamiento de la NCAA.
En primera instancia, se exige que las instituciones con programas deportivos de alto rendimiento amplíen las oportunidades para las atletas femeninas, protegiendo las becas y espacios que han sido modificados. Ello con el objetivo de evitar la exclusión o limitación de la participación de las mujeres en competencias universitarias.
Asimismo, indica la prohibición de pagos a terceros, especialmente aquellos que actúen como incentivos. Es decir, rechaza cualquier transacción que no refleje el valor real del mercado, así como también la distorsión de los eventos. De esta manera, el gobierno intentará frenar las manipulaciones de agentes externos en un proceso desleal de reclutamiento, transferencias o rendimiento deportivo.
Este escrito responde a la necesidad de salvar los deportes no rentables y su viabilidad económica, ante la demanda sin precedentes de disciplinas sostenibles como el fútbol americano y el básquet. "Se necesita urgentemente una solución nacional para evitar que esta situación se deteriore sin posibilidad de reparación y para proteger los deportes no rentables, incluidos muchos deportes femeninos", se lee en la publicación oficial.
El documento firmado por Donald Trump establece un plazo de 30 días, contando desde hoy jueves 24 de julio, para que el Secretario de Educación junto al gabinete educativo desarrollen un plan de acción para promover las disposiciones mencionadas. Esta estrategia traducirá la orden ejecutiva para fortalecer el modelo deportivo universitario.
Por otro lado, en un plazo de 60 días, el Procurador General y el Presidente de la Comisión Federal de Comercio deberán revisar y ajustar las políticas que vulneren el bienestar del atleta universitario. Asimismo, deberán sostener un plan que garantice la transparencia y equidad en las prácticas deportivas.